El PC se ubicó del lado de las protestas y criticó a la clase política, apostando a conducir cambios en base a la experiencia de la Unidad Popular, lo que a su juicio llevó a Jadue a posicionarse como un presidenciable competitivo e impulsar al FA a romper con la ex Concertación. El partido no logró capitalizar su influencia en la elección de convencionales, por lo que este domingo llega a las urnas con el desafío de al menos mantener sus 9 diputados y llegar al Senado tras 48 años. Su peso parlamentario será clave en la influencia que tendrán en una segunda vuelta y en un futuro gobierno, si gana Boric.

Qué observar: En las elecciones parlamentarias de 1969 obtuvieron 22 diputados y 6 senadores, resultados que lo convirtieron en el cuarto partido más representado en el Congreso. El candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende, ganaría al año siguiente la elección presidencial.

  • Volodia Teitelboim y Luis Corvalán, dos figuras históricas del partido, formaban parte de su bancada, que, por lo numerosa, fue descrita en esos años por el cronista Eugenio Lira Massi en su libro La cueva del Senado y los 45 senadores. “Son tan respetuosos que nunca dejan de tratar de “honorable” a un colega aunque sea para decirle que es un carajo”, escribió, con ironía.
  • Pasaron 36 años para que el PC volviera al Congreso, luego de que Pinochet lo disolviera en 1973 y en un proceso que lideró Guillermo Teillier para que el partido volviera la institucionalidad, tras la conducción de Gladys Marín en los primeros años del regreso de la democracia.
  • Teillier fue uno de los 3 comunistas que en 2009 desembarcó en la Cámara de Diputados. En 2003 subieron a 6 y a 9 en 2017, cuando también se incorporaron al segundo gobierno de Bachelet en un papel lateral y no protagónico de esa administración (encabezaron solo 2 ministerios sociales).

Panorama electoral. Los pronósticos del PC ahora son inciertos, pese a que su estrategia de ubicarse del lado de las protestas del 18-O y criticar a la clase política los llevara -a su juicio- a tener por primera vez un candidato presidencial competitivo, como Daniel Jadue. En reuniones internas, su encargado electoral -Pablo Monje- ha apuntado a que el partido podría mantener sus 9 diputados.

  • Se trataría, para algunos comunistas, de un resultado amargo. Entre los expertos se prevé que subirá la cantidad de diputados de las demás fuerzas de Apruebo Dignidad, producto del crecimiento del Frente Amplio.
  • Desde el FA piensan que solo entre sus partidos podrían subir de los 20 diputados que obtuvieron en 2017 a unos 25, básicamente a partir del efecto Boric.

Todas las fichas en la parlamentaria. En este contexto es que el PC se ha desplegado con fuerza en la parlamentaria. No solo porque se da por hecho que un desequilibrio de fuerzas con el FA en el Congreso tendrá un impacto en su influencia, si Boric llega a La Moneda. Ya en la constituyente, el FA obtuvo 16 representantes y el PC logró 7, lo que terminó reduciendo su margen de maniobra en aspectos clave, como su derrota para reducir el quorum de 2/3.

  • Cuatro de los diputados comunistas no van a la reelección. Guillermo Teillier y Daniel Núñez postulan al Senado; Camila Vallejo no competirá, Amaro Labra difícilmente resulte electo sin que los votos de la parlamentaria lo arrastren y Hugo Gutiérrez desembarcó en la constituyente. En la colectividad sólo dan por seguras las reelecciones de Karol Cariola, Carmen Hertz y Marisela Santibáñez (Boris Barrera dependería de ser arrastrado por Cariola).
  • Para cubrir las pérdidas, y robustecer su peso en el Parlamento, las apuestas del PC son: Matías Ramírez en Iquique (fue abogado de Hugo Gutiérrez en algunas de las mediáticas querellas); Lautaro Carmona en Atacama (ya fue diputado); y el abogado Luis Cuello en Valparaíso (quedó fuera de la constituyente sólo por paridad de género).
  • Otras cartas que se juega el PC para llegar a la Cámara son Lorena Pizarro en San Miguel (en el cupo de Teillier); Daniela Serrano (sucesora de Vallejo en La Florida); y el presidente de la CTC Manuel Ahumada en Santiago (el arrastre de Giorgio Jackson podría gatillar que se abra un cupo para el partido).

La gran apuesta: Regresar al Senado. En este contexto, una de las grandes apuestas del PC están puestas en el Senado, donde esperan regresar después de 48 años. Las posibilidades están concentradas en Teillier o Claudia Pascual en la Región Metropolitana, sobre todo luego del escándalo que protagonizó la candidata Karina Oliva (FA) por la rendición de cuentas de su campaña a gobernadora, o Daniel Núñez, en la Región de Coquimbo.

El camino del 18-O. El número de diputados que obtenga el PC reflejará cuál es la capacidad del partido de mantener con Boric al electorado más radical que apoyó al alcalde Jadue (700 mil votos), el cual ha sido aparentemente esquivo para el frenteamplista. Por lo mismo es que en el FA algunos apostaron a una negociación parlamentaria que brindara un cierto soporte de elegibilidad al PC.

  • La estrategia de la colectividad por aumentar su influencia tuvo un salto a partir del 18-O, cuando respaldó la “desobediencia civil” de estudiantes que evadían el metro. Luego Teillier instruyó “insertarse” en las movilizaciones y jugaron un rol clave las JJ.CC. y la Mesa de Unidad Social -liderada por el PC-, cuyos llamados a paro nacional coincidieron con los días de mayor violencia.
  • En su informe del 26° Congreso del PC, en diciembre del año pasado, el diputado llamó a ejercer presión que para “las cocinas” no eviten la “superación del neoliberalismo”.
  • Siguió la decisión de no firmar acuerdo constitucional: acusaron una “cocina de espaldas al pueblo”, sin asumir así el costo político de un pacto con el Gobierno, que sí pagó el FA.
  • Respaldaron las protestas previas al plebiscito del 25-O: incluso Teillier evitó condenar los hechos de violencia.
  • Post plebiscito anunciaron que intensificarían las movilizaciones para que el proceso constituyente no quede “solo al arbitrio de la Convención”, y presionar por “transformaciones estructurales”.
  • Y Teillier se mantuvo firme además en que todo fuese de la mano con no volver a pactar con la ex-Concertación.
  • La estrategia dejó al PC en una posición electoral expectante en la izquierda: Jadue apareció en un momento como el presidenciable mejor aspectado de la izquierda, a partir de un crecimiento constante tras el estallido. También es un asunto político: aumentó la incidencia PC en la oposición, al lograr empujar al FA a un “polo de izquierda” que buscará disputar la hegemonía de la ex – Concertación.
  • El sumar fuerzas con el FA en una lista conjunta a la Convención suponía potenciar la oportunidad de crecimiento que ve el PC a partir de una alianza “contra los últimos 30 años”. La reticencia PC a la ex–Concertación, de hecho, gatilló un movimiento de placas en la oposición, dividida en dos “polos”: el otro es Unidad Constituyente (DC-PS-PPD-PR-PRO-Ciudadanos).
  • Sin embargo, el FA más que duplicó al PC su representación en la constituyente y, en su primera etapa, terminó aliándose a los socialistas en aspectos sensibles para los comunistas.
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