Panorama general. En las elecciones presidenciales de 2013, Parisi obtuvo 666.015 votos, totalizando el 10,11% de los electores. Evelyn Matthei logró el 25,03 % y en la segunda vuelta, frente a Bachelet, llegó al 37.83%.

  • ¿Hacia dónde fueron los votos de Parisi en segunda vuelta en esa oportunidad? En 2015, después de las elecciones presidenciales, el académico y cientista político Mauricio Morales realizó el estudio “Debut y despedida. La derecha chilena en las elecciones presidenciales 2013”, donde aborda el factor Parisi en esa elección y qué ocurrió en el balotaje.

¿Qué dice el estudio? El análisis realizado por Morales tomó las 345 comunas del país e incluyó los porcentajes de votación que alcanzó Matthei en primera y segunda vuelta. Lo acompañó con características socioeconómicas y sociodemográficas. A continuación algunas de sus conclusiones.

Segunda vuelta: “Matthei creció en las comunas donde la votación de derecha estaba menos consolidada. La votación de Parisi está positivamente relacionada con la tasa de crecimiento de Matthei. En las comunas donde Parisi tuvo un mejor desempeño, el aumento de la votación por Matthei en la segunda vuelta fue más significativo. Esto permite complementar la tesis de la fractura de las bases electorales de la derecha en la primera vuelta. Si bien Matthei no pudo capturar la totalidad de la votación de Parisi, cosechó parte importante de ellos”.

Los votos. “La votación de Matthei en la segunda vuelta creció en aproximadamente 467.000 votos, cifra inferior a los 665.000 votos que obtuvo Parisi. Por tanto, no hubo una transferencia total de la votación de Parisi hacia Matthei. Es difícil que los 467.000 votos adicionales que obtuvo Matthei hayan provenido de otras candidaturas o de electores que no votaron en la primera vuelta. Lo más probable es que una porción importante de esa votación haya provenido precisamente de Parisi”.

El nicho electoral. “Los apoyos a Parisi se concentraron en los encuestados que tenían un nivel educacional técnico profesional, universitario (completo o incompleto), o con estudios de posgrado, pero que no pertenecían al grupo socioeconómico Medio-Alto, sino que a segmentos medios y bajos. Las diferencias son significativas. En este grupo seleccionado Parisi obtiene más del 23%, mientras que en el resto de la muestra totaliza poco más del 7%. Lo opuesto sucede con Bachelet, quien alcanza sólo un 19,6% en este grupo, mientras que en el resto logra un 42,6%. Matthei, en tanto, obtiene apoyos similares en ambos grupos con 14,2% y 11,8% respectivamente”.

  • “Arbitrariamente, se ha catalogado como «educados sin oportunidades» al grupo de encuestados con alto nivel educacional, pero que se ubica en los estratos medios y bajos de la escala de ingresos (Casi un 20% de la muestra). Este grupo, además, apoyó en mayor medida a Piñera en 2009 que al candidato de la Concertación Eduardo Frei”
  • “El modelo indica que la candidatura de Parisi fue más fuerte en los jóvenes en comparación a Matthei, sucediendo lo mismo en el grupo de encuestados sin identificación política”.

Derrota de Matthei. “La derrota electoral de la derecha en Chile en 2013 obedeció a un efecto combinado de tres factores. En primer lugar, la baja aprobación presidencial con que el gobierno enfrentó esta elección y las dificultades para transferir esa aprobación hacia la candidata oficialista. En segundo lugar, la emergencia de un candidato independiente que se transformó en una amenaza creíble para el gobierno y que terminó con una votación superior al 10%. En tercer lugar, la caída de la participación electoral, que fue mucho más pronunciada en los segmentos pobres y en zonas donde la derecha, tradicionalmente, obtenía buenos resultados”.

Cruce de apoyos. Según el académico de la Universidad de Talca, todo parece indicar que las características de los votantes de Parisi, que definieron sus apoyos en 2013, son “muy similares a las que tienen sus adherentes en la actualidad”. Se trata de personas que en 2013 tenían entre 18 y 29 años y que ahora tienen “educación técnica o universitaria, pero sin oportunidades o un buen empleo”. Morales extrapola lo sucedido en 2013 con 2021.

  • “A diferencia de lo que sucedió en 2013, que existía un predominio de votantes de derecha, en esta oportunidad esa base ideológica de Parisi es menos densa. Si se examina el eje izquierda-derecha, Parisi consigue apoyos relevantes en el mundo de los desafectos: aquellas personas que no se identifican con ningún peldaño de esa escala ideológica”. 
  • “Es difícil saber a quién afectaría más, si a Kast o a Sichel, pero dado que el voto del republicano es un voto mucho más duro, más estable en esta elección, mientras que la base electoral de Sichel es mucho más frágil. Es probable que parte de la votación que obtenga Parisi en estas elecciones que vienen le reste un poco de fuerza a Sichel”.
  • “Son mundos políticos distintos los que representan Parisi y Kast, pero en el caso del votante de Sichel hay cierto grado de intersección”. 

Balotaje. Aunque el año 2013 los votos de Parisi se sumaron mayoritariamente Matthei, Morales explica que “en esta oportunidad está menos claro el panorama”. Pero, ante un escenario de segunda vuelta con Boric y Kast, afirma: “El votante de Parisi se inclinaría más por la propuesta de Kast que por la de Boric”.

  • Morales atribuye su proyección al pragmatismo del adherente de Parisi.
  • En cambio, en un escenario donde avanzaran Kast y Provoste, “probablemente la base de Parisi podría ser repartida en partes más o menos similares entre cada uno de los candidatos. Eso es lo que señalan las encuestas”.  
  • El cientista política advierte de todas formas que hay otros factores en juego, como que el candidato probablemente no esté en Chile y que su avance se estanque. Los estudios de opinión no son coincidentes respecto a si está tercero, cuarto o incluso quinto en las preferencias presidenciales.

El escenario 2021. Parisi ha enfrentado polémicas en la campaña de este año, igual que en la anterior. Hace algunos meses dijo en Cooperativa que había pedido asilo político en EEUU -sin mostrar pruebas- tras conocerse de la orden de arraigo en su contra por el no pago de $207 millones de pensión alimenticia. Aquello, no obstante, no lo inhabilita, pues no se trata de un delito con pena aflictiva.

Los analistas han descrito los potenciales nichos electorales de Parisi en esta elección.

1. La mayor parte de sus adherentes no tiene una posición política clara y se identifica con la presentación de “outsider” del candidato.

2. Quienes más lo apoyan pertenecen al segmento socioeconómico C3 -ingreso promedio de $899 mil pesos y el 53% completó su enseñanza media, de acuerdo a la Asociación de Investigadores de Mercado- y tienen entre 31 y 40 años. Para algunos analistas es difícil que crezca hacia el grupo de los adultos mayores (Parisi ha utilizado de forma central las redes sociales para hacer campaña, como Youtube, Zoom e Instagram).

3. No está claro si su techo electoral será el 10,11% que obtuvo en 2013, pudiendo ir a la baja. Cristián Valdivieso, director de Criteria, ha dicho que tiene una masa de potenciales votantes que se ha mantenido desde la elección de 2013, donde su mejor rendimiento electoral lo consiguió en las regiones del norte.

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