ArcomedLab es una empresa que nació en el 2017 y que fabrica implantes cráneo-faciales en 3D.

Con estas piezas, la startup ha logrado posicionar su tecnología en distintos países como; Chile, Argentina, Perú, México, Brasil y España, con cerca de 450 implantes instalados.

Los productos que ofrecen son prótesis customizadas, según la morfología craneal o facial del paciente, que permiten simplificar procedimientos quirúrgicos disminuyendo tiempos operatorios y evitando soluciones de continuidad en los contornos faciales o craneales.

Prótesis que durante el primer trimestre de este año, lograron que un paciente de diez años recibiera de forma exitosa el implante craneal más grande instalado en nuestro país. Con una operación donde se instalaron 350 cm2 de hueso artificial, desarrollado a través de un sistema de modelamiento e impresión 3D. La pieza cubre gran parte de la cabeza del paciente.

Dada la extensión de la prótesis, se optó por esta tecnología de última generación, que se comporta similar al hueso natural. “Trabajamos con modelos diseñados sobre la base de polímeros biocompatibles que no generan ningún tipo de efecto sobre el cuerpo humano”, explicó Ilan Rosenberg, general manager de ArcomedLab.

La técnica de impresión que utilizan para crear los implantes, al no esculpir, permite todo tipo de tamaños y geometrías. Y la instalación de un implante de esta extensión también fue posible ya que los huesos sintéticos de impresión 3D permiten que todos los tornillos y placas que unieron el implante a la cabeza del paciente fueron diseñados dentro del mismo.

“Con esta solución no se generan relieves, para que el niño no sienta escalones o molestias al pasarse los dedos por el cuero cabelludo, permitiendo recuperar la forma exacta del cráneo original”, detalló Rosenberg.

Con el material utilizado, PEEK (Poliéter éter cetona), y gracias al desarrollo de tecnología patentada; replica porosidades a la perfección, no genera distorsión en exámenes radiográficos y comentan, tiene un mejor comportamiento en niños. Además, es bioinerte, tiene una biomécanica similar al hueso humano, y en caso de complicaciones el PEEK puede ser retirado fácilmente.

El experto agregó que esta solución también tiene la capacidad de unir los músculos temporales al implante para lograr una anatomía lo más normal posible: “El implante da la opción de interactuar con el tejido blando que circunda el implante, como musculatura y piel, lo que lo hace totalmente innovador. No hay reportes en el mundo que personalice implantes de esta manera”, aseguró el general manager de ArcomedLab.

Gracias a esta intervención estética, realizada en el Hospital Sótero del Río y liderada por el cirujano maxilofacial Dr. Roberto Requena, se logró dar exitosamente con una simetría anatómica a la cabeza del menor, quien sufría las secuelas de una craneosinostosis o deformación craneal.

ArcomedLab busca seguir creciendo y desde la empresa comentan que próximamente estarán presentes en Colombia y Venezuela. Y también tienen como objetivo Japón.

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