"Llegar a lugares donde la artesanía chilena no pensaba que podía llegar". Ese es el objetivo de ONA Chile, una comercializadora de artesanía tradicional y productos patrimoniales nacionales que desde 2004 se posicionó como una plataforma que da valor a nuestras raíces.  

Sus productos son variados y provienen de una red de 130 artesanos y artesanas desde Visviri hasta Punta Arenas. Hay textilería, tallado en madera, orfebrería y cerámica, entre otros. 

"Es muy bonito el negocio porque realmente trabajamos con artesanos de todos los territorios. Es una linda diversidad de pueblos originarios, zonas apartadas... y también incluimos diseñadores urbanos quienes también trabajan en torno a la artesanía", contó Macarena Peña, fundadora y gerente de ONA Chile. 

Los inicios de ONA Chile 

Este negocio partió hace casi 20 años en un momento donde la palabra emprendimiento no era conocida de forma popular. De hecho, según contó Macarena, fue su padre la primera persona que le dijo que sería buena idea ser emprendedora, un concepto que ella nunca había escuchado. Siendo historiadora y teniendo un trabajo formal en el Ministerio de Educación, se decidió a formar ONA Chile siguiendo su pasión por la artesanía. 

"Tuve el privilegio de poder viajar por todo Chile y el mundo, y me acuerdo que lo que más me gustaba era recorrer los mercados artesanales, lo que tenía que ver con la estética de los lugares, y en el fondo la narrativa local, que mostraba identidad".

Con un objetivo claro, Macarena comenzó a recorrer Chile para encontrar artesanos que fueran parte de su negocio. En todo el país se fue conmoviendo con diferentes historias, conociendo artesanos y sus familias, y viendo cómo ONA Chile podía ser un beneficio para todos. 

Comercio justo

Actualmente, este emprendimiento trabaja con los principios del comercio justo o economía ética, transparentando quién es el creador detrás de cada pieza, apoyando el emprendimiento femenino y no apoyando la explotación de mano de obra infantil. 

La idea de ONA Chile es generar cadenas virtuosas de desarrollo económico, "negocios a una escala humana", que va en armonía con el medio ambiente. "Cuando el negocio abrió, era un contexto totalmente diferente a lo que vemos hoy en 2023. En 2004 no existían este tipo de tiendas. Habían guiños, pero nada como tienda de artesanía de autor, donde pusieran el valor a la persona que está detrás de la pieza. Por eso creo que aportamos a que los propios chilenos conozcamos más de identidad, y por otro lado, fomentar esta conexión con los artesanos, artesanas y sus familias, que intenta ser beneficiosa para todos.  

Si bien ONA Chile comenzó con una tienda física, tras la pandemia las cosas cambiaron y decidieron sumarse a la digitalización. Algo que ha resultado de forma positiva porque ahora pueden vender para cualquier parte, incluso para clientes fuera de Chile. 

El tema de la tecnología en el negocio es importante. Según Macarena, queriendo mezclar lo ancestral y artesanal han logrado llegar a mercados más jóvenes, sacando un poco el prejuicio de que las empresas ligadas a la artesanía son "antiguas" 

"Lo que más me gusta es que ONA Chile ha aportado a que los artesanos y artesanas puedan participar del mercado formal. Hemos roto varios mitos y hemos demostrado que la artesanía puede llegar a cualquier parte", finalizó Macarena.  

 

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