Desde que era una niña, Emilia Iturriaga descubrió que tenía un gran talento por la repostería. Su mamá era dueña de una chocolatería, por lo que sus primeros juegos de infancia fueron haciendo bombones. Y ya cuando entró al colegio desarrolló todo su potencial vendiendo pasteles, que a sus cortos 10 años hacía ella misma.

“La pastelería siempre me encantó, y cuando me gradué de cuarto medio lo primero que quise hacer fue estudiar gastronomía. Esto causó un gran impacto en mi papá, porque quería que yo estudiara una profesión tradicional, pero mi mamá siempre me apoyó”, recuerda Emilia Iturriaga.

Ya cursando esta carrera Emilia demostró que esta era su pasión. Pero cuando estaba en segundo año llegó la pandemia y tuvo que cursar algunos ramos de manera online. “Como tenía más tiempo por las cuarentenas se me ocurrió crear mi emprendimiento: Postres Emilia y sin pensarlo, tuve mucho éxito”, recalca esta joven emprendedora.

Crecimiento del negocio

Ya con su negocio funcionando por redes sociales y elaborando los pasteles en la casa de sus papás, Emilia nunca imaginó lo mucho que iban a gustar sus postres. Con solo unos pocos meses de funcionamiento, para el Día de la Madre de 2020 recibió 37 pedidos. “Casi me volví loca, no salí de la cocina durante tres días para cumplir con todo lo que me habían pedido. Pero estaba feliz. Y mi papá, que en un comienzo no quería que estudiara gastronomía, me ayudó e impulsó para que siguiera adelante”, señala.

Como las ventas fueron creciendo Emilia tuvo que invertir en su emprendimiento. “Me compré una batidora profesional, un refrigerador, moldes de distintos tamaños, y otras cosas”, agrega.

Experiencia profesional

Cuando ya disminuyeron las medidas sanitarias por la pandemia, Emilia debió cursar sus prácticas profesionales, y por el poco tiempo que tenía debió dejar de lado su emprendimiento. “Ocupé este periodo para aprender más y conocer de cerca cómo funcionan los restoranes y pastelerías profesionales, algo que me ha servido hasta el día de hoy”, cuenta Emilia.

Luego de su periodo de práctica, Emilia fue contratada como encargada de repostería en diversos restoranes de la capital. Sin embargo, se dio cuenta que lo que realmente la apasionaba era su emprendimiento: Postres Emilia. “Renuncié y retomé con todo mi negocio”, afirma.

Postres tradicionales

Uno de los sellos diferenciadores de los pasteles que crea Emilia es que ella transforma las preparaciones tradicionales por medio de un toque innovador. Además, su decoración es muy sutil y sirve para distintas ocasiones.

“Yo innovo con las recetas típicas y ofrezco una propuesta llamativa. Además la decoración que hago es elegante y sutil”, puntualiza.  

Los más pedidos

Postres Emilia cuenta con una gran variedad de productos, pero los que más piden los clientes son:

  • Barquillos: Estos productos están bañados en sus puntas y por dentro con chocolate, y están rellenos con manjar blanco casero. Su valor es de $1.200 cada uno.
  • Torta caluga frambuesa: Es un crocante de nuez y galleta que va con caluga de leche condensada, pulpa de frambuesa y arriba lleva berries caramelizadas. El precio es de 20 mil pesos para ocho personas.
  • Brownie luga: Es un brownie relleno con caluga de leche condensada. Su precio es de $2.500 cada uno.
  • Torta oreo: Pastel con capas de oreo con una crema de manjar y con crema. El precio va desde los 24 mil pesos para 10 personas.  

Un salón de té

Emilia sueña con seguir creciendo con su pyme y es por eso que quiere abrir un local. “Me gustaría tener un propio salón de té. Y me encantaría que mi mamá trabajara conmigo, porque ella cocina mucho, le gusta la pastelería y sería un sueño emprender con ella”, dice.

¿Dónde hacer los pedidos?

Instagram: @postres.emilia

Whatsapp: +56988082282

Los pedidos se realizan con 48 horas de anticipación.

Retiro en Lo Barnechea y delivery en Vitacura, Las Condes, Lo Barnechea, La Reina, Providencia y Ñuñoa.

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