Bartholomäus Traubeck, oriundo de Múnich, Alemania, tuvo una idea insólita: tomar un anillo de un viejo árbol, pulirlo hasta darle la forma de un vinilo y escanear las marcas y vetas del tronco con la cámara de una Play Station Eye Camera.

El proceso que vino después no fue tan simple, pero básicamente mediante el uso de un software llamado Ableton Live, Traubeck logró diferenciar cada textura, tonalidad y marca sobre la madera. El resultado es sorprendente. Si bien el sistema funciona asignándole ciertas notas de piano a cada escala de colores y textura, la música que “emite” cada árbol es diferente.

Está científicamente comprobado que los anillos del tronco de un árbol determinan la cantidad de años que ese árbol tiene, por lo que en el fondo la música que se escucha, por muy accidental y experimental que sea, es una interpretación del oído humano a cómo suenan los años del árbol.

Mira el video a continuación:

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