El reciente divorcio de Nicole Kidman y Keith Urban, tras 19 años de matrimonio, ha generado un verdadero revuelo en Hollywood. Lo que parecía una relación estable y llena de complicidad terminó con un acuerdo legal que incluye un punto tan llamativo como polémico: la llamada "cláusula de la cocaína", revelada por medios como Hello! y TMZ.

De acuerdo con lo publicado, el "pacto" estipularía que Kidman debía entregar a Urban 600.000 dólares (576 millones de pesos aproximadante) por cada año de matrimonio en el que se mantuviera sobrio, cifra que actualmente alcanzaría los 11 millones de dólares, considerando que el músico lleva en rehabilitación desde 2006.

Aunque la actriz australiana habría intentado salvar la relación —según TMZ, no quería divorciarse—, finalmente el proceso se concretó con esta cláusula como uno de los puntos centrales, ya que se trataría de una compensación vinculada directamente a la lucha de Urban contra sus adicciones, que en algún momento pusieron en riesgo la continuidad del matrimonio.

La "cláusula de la cocaína" como respuesta a la crisis matrimonial

Tal como señalan los citados medios, en una entrevista concedida en 2010 a Oprah Winfrey, la astrualiana se refirió a la importancia del tratamiento de su entonces esposo: “Ese es el punto justo, donde realmente debería haberse ido. Me alegro muchísimo de que no lo hiciera, y de que decidiera dar un giro e iniciar finalmente esta intervención. Lo hizo de tal manera que el amor que reinaba en esa habitación en ese momento era perfecto”, recordó la actriz.

Por su parte, en 2024, durante los premios AFI Lifetime Achievement, Urban reconoció públicamente lo difícil que fue esa etapa: “Mis adicciones, sobre las que realmente no había hecho nada, hicieron volar nuestro matrimonio en pedazos”.

Hoy, esa confesión adquiere un nuevo sentido al conocerse los detalles del acuerdo económico que, según la prensa, asegura al músico una millonaria suma gracias a su sobriedad y esta "cláusula de la cocaína".

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