Hace exactamente 20 años se produjo uno de los quiebres amorosos más televisados del espectáculo nacional. Hablamos de Kenita Larraín e Iván Zamorano, quienes un 14 de febrero de 2004 debían llegar al altar para dar el sí.

Sin embargo, el enlace no se llevó a cabo ya que horas antes, la modelo canceló la boda, la que se iba a concretar en el histórico Palacio Cousiño de Santiago y tendría nada más ni nada menos que 500 invitados.

Este 14 de febrero, cuando se cumplen dos décadas de aquella polémica situación, Kenita profundizó en la decisión que tomó. "Fue uno de los momentos más fuertes de mi vida porque marcó un antes y un después. No fue solo romper el matrimonio, sino todo lo que vino después a nivel mediático", dijo en conversación con Las Últimas Noticias.

Los motivos del quiebre entre Kenita Larraín e Iván Zamorano

Si bien en su momento se especularon muchas cosas sobre el fin de la relación y la cancelación del matrimonio, Kenita Larraín en diálogo con LUN, aclaró varios puntos.

"A días de contraer matrimonio, yo me sentía no valorada, no amada, no respetada. Eso me hizo tomar la decisión. Vengo de una familia en la que sufrí harto en mi infancia, porque mis padres se separaron cuando yo era niña y ese hecho me dio fortaleza para no querer repetir esa historia", expresó. 

Y añadió: "Se veía que no estábamos bien, mejor dejémoslo hasta acá antes de casarnos y tener hijos". 

En relación a qué fue lo que gatilló tomar la drástica decisión, Larraín explicó que "la tomé cuando la tuve que tomar en base a discusiones que tuvimos. Esto venía de la última etapa y también hice lo que pude de aceurdo a mi nivel de conciencia en ese tiempo, tenía 30 años".

"Hace 20 años Chile era muy machista y siempre le cargaban la mano a la mujer. Pero es la mejor decisión que tomé en mi vida, me aplaudo y agradezco todos los días", concluyó.

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