"Lloraba como cabro chico, como cuando tenía 15", relató Álvaro Ballero en relación a su reciente quiebre matrimonial con la bailarina rusa Ludmila Ksenofontova.

Sus declaraciones fueron hechas en el programa Primer Plano la noche de este domingo, instancia donde aprovechó de hacer un mea culpa, indicando que el 80% de la culpa de la separación fue de él. 

"Cuando me iba a la pega, lloraba en el auto… En los espacios en que uno está sólo", recordó. "Estas épocas son más difíciles, porque son de reunión familiar y recuerdos y uno se siente un poco ajeno a lo que conformó como familia", reflexionó.

"La familia sigue existiendo, pero de otra forma. Y eso es lo que cuesta entender", continuó.

Cuando fue consultado si aún tiene puesta su argolla de matrimonio, Ballero respondió que "sí, aún sigo legalmente casado. A veces me la saco y a veces la llevo puesta conmigo, porque para mí el matrimonio era algo para toda la vida".

El mensaje de WhatsApp de la hija de Ballero que lo hizo llorar

Luego, se le preguntó si ha llamado a Ludmila para pedirle que vuelvan. Ante esto, Álvaro Ballero dijo que "no, pero yo si estoy viendo a mis hijos".

"Ellos ahora están en Algarrobo con Ludmila, los veo, no ha habido fin de semana en que no los he visto y a ella no le he pedido que volvamos, es fuera de lugar".

Momentos más tarde, se le consultó si Ludmila tenía su anillo puesto, Ballero declaró que no y reveló una situación que lo quebró cuando su hija le envió un mensaje de WhatsApp.

"Un día mi hija más regalona me dice, 'papá, la mamá se sacó la argolla, me escribe por WhatsApp y para mí fue como la hecatombe (tragedia), lloré, llevábamos un mes y 5 días separados. Fueron varios momentos críticos de llanto y uno de esos fue ese día", dijo visiblemente afectado.

 

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