Hans Malpartida Esparza, más conocido como Miguelito, sorprendió con un conmovedor testimonio durante su participación en el programa "Podemos Hablar". El ex integrante de "Palabra de Honor" y "Tierra Brava", y actual estrella del "Cirque du Soleil" bajo el nombre de Cosmolito, reveló por primera vez los duros y desconocidos episodios que marcaron sus inicios en el mundo circense en Perú.
El comediante peruano relató que su ingreso al circo no fue el sueño colorido que muchos imaginan. Por el contrario, estuvo marcado por abusos físicos, encierros prolongados y una constante manipulación psicológica por parte de la compañía para la que trabajaba en su país natal.
“Es difícil recordarlo. Es muy triste. La gente piensa que uno llega al éxito de la noche a la mañana… pero el camino siempre es pedregoso. En mi caso, fue algo muy cuático”, expresó con emoción Miguelito.
Los primeros años de Miguelito en el circo
En uno de los pasajes más impactantes de su relato, el artista reveló que fue agredido con cachetadas en el circo en Perú “Recuerdo las primeras cachetadas. Me quedé quieto… y se me empezaron a caer las lágrimas”, dijo con voz entrecortada.
Lamentablemente su primera experiencia en nuestro país tampoco fue buena, pues relató que cuando llegó con la compañía circense para actuar en el Teatro Caupolicán fue encerrado en el segundo piso del teatro, donde habían habilitado habitaciones para todos los miembros del circo. Aunque entonces no lo percibía como abuso, hoy reconoce que el encierro era parte de un control sistemático para evitar que “abriera los ojos”.
Miguelito reconoció que en esa época no fue totalmente consiente del abuso que significaba estar encerrado porque estaba “embobado” con la tecnología a la que estaba teniendo acceso en ese momento. “Nunca había tenido televisión con cable… usaba messenger y fotolog. Estaba embobado, porque venía de una familia humilde. Yo conocí la electricidad a los 11 años”, expresó.
Uno de los momentos más duros de su testimonio fue cuando recordó que intentaron intercambiarlo por un animal. “Gastón Maluenda les dijo a los dueños del circo peruano: ‘Déjenme a Miguelito, elijan el animal que quieran’. Y ellos dijeron que no. Entre bromas, yo digo: el camello valía más que yo”, comentó entre risas tristes.
Si bien aclaró que mantiene una buena relación con Gastón Maluenda, que son amigos y que este actuó de buena fe, reconoció que el hecho implicó que era de propiedad de su compañía y que era intercambiable.
En medio de aquel escenario opresivo, una amiga cercana fue quien le tendió la mano para escapar de esa realidad. Así llegó al Golden Circus, donde finalmente su vida dio un giro. Sin embargo, al llegar a Chile sin documentos, fue deportado, lo que casi lo obligó a renunciar a su sueño. Afortunadamente, un “angelito” como él mismo lo describe lo ayudó a ingresar legalmente al país, abriéndole las puertas a una nueva vida.