La final de Miss Universo 2025 está en pleno desarrollo y ya ha dejado varias sorpresas para los fanáticos del certamen.
Una de las más celebradas fue la clasificación de Chile dentro del top 30, lo que permitió que Inna Moll avanzara como una de las semifinalistas.
Tras la presentación de más de 100 participantes, el público pudo disfrutar del despliegue de cada candidata sobre el escenario, destacando especialmente a Inna Moll, quien brilló con su entrada al escenario.
El momento decisivo llegó con la selección de las 30 finalistas que pasarían a la segunda etapa del concurso. Después de elegir a las primeras 20, el anuncio del nombre de Inna desató una ovación del público, convirtiéndola en la tercera chilena en alcanzar este selecto grupo de finalistas, después de Cecilia Bolocco, ganadora de Miss Universo en 1987, y de Emilia Dides en 2024.
Entre las otras representantes latinas que avanzaron se encuentran las candidatas de Brasil, Colombia, México, Cuba, Costa Rica y Venezuela, reafirmando la fuerte presencia de la región en el certamen.
Otra de las revelaciones más llamativas vino de Emilia Dides, quien explicó cómo se decide el orden de las candidatas en el escenario, con algunas ubicadas al frente y otras un poco más atrás.
“En mi año ponían a las que mejor bailaban, y yo no tenía ese atributo. Así que a mí me pusieron como bien detrás, pero también es un poco por orden alfabético, y también es un poco de suerte”, afirmó Dides, mostrando un detalle poco conocido del detrás de escena del concurso.
¿Cuánto gana la candidata que se quede con la corona del Miss Universo?
De acuerdo con Telemundo, la mujer coronada como Miss Universo recibe un premio inicial de 250.000 dólares, es decir, más de 230 millones de pesos chilenos.
A ello se suma un sueldo mensual de 50.000 dólares —cerca de 46 millones de pesos chilenos— destinados a cubrir gastos personales como vestuario, traslados a eventos y compromisos profesionales que forman parte del reinado.
Además, la organización se hace cargo de los costos de vivienda, alimentación y manutención.
La ganadora, por otra parte, se traslada a un exclusivo departamento en Nueva York, donde reside durante todo su año como soberana. Junto a esto, cuenta con un equipo de asesores, acceso a múltiples marcas, patrocinios, invitaciones a eventos de alto nivel y hasta vuelos privados.