-¿Cuál es tu pronóstico sobre cómo viene el verano en términos de migración, cuando la presión en la frontera aumenta?

-El último trimestre del año siempre hay una presión migratoria importante. Eso se ha dado desde el 2016 a la fecha, ya sea por la mejora del clima, por las fiestas, por la esperanza de comenzar una nueva vida en otro lugar.

Pero ahora, efectivamente, yo creo que hay dos señales que son determinantes. Primero, el gobierno si bien ha hecho vocería y ha hablado harto, no toma ninguna medida concreta. En segundo lugar, no están dispuestos a llevar a cabo un estado de excepción. Desde abril a octubre ha expulsado por ingreso clandestino a 18 personas cuando han ingresado casi 50.000.

-¿Hay un alza del ingreso clandestino? ¿Por qué?

-Este es el año con la menor cantidad de expulsiones administrativas en la última década. 2022 será el año con más ingresos clandestinos y aun con toda esta información, sabiendo con los problemas que hay en Perú, sabiendo que el mismo gobierno no quiere devolver o eliminar el decreto que impide devolver a extranjeros no bolivianos a Bolivia, a mí me parece totalmente insuficiente lo que está haciendo el gobierno en esta materia. Viaja y hace vocería, pero no se concreta nada.

-¿Sigue vigente la resolución que impide las reconducciones?

-El decreto 39798 se firmó en abril y establece que  si un extranjero ingresa en forma clandestina por Bolivia y no es boliviano, Chile no lo va a devolver. El 90% de los venezolanos que ingresan a Chile ingresa por Bolivia. Y esa fue una imposición que se hace el mismo gobierno. Es súper preocupante.

La resolución exenta 39798 fue la segunda acción que tomó el gobierno en materia migratoria. Más de 30.000 venezolanos han ingresado por Bolivia, y no creo que exista hoy la capacidad de expulsarlos por vía aérea, no han sacado ningún vuelo a ese país y solo se ha expulsado a 1 de forma administrativa.

-Por el tema de las fiestas también se prevé un alza. ¿De cuánto estamos hablando? ¿Venezolanos o de otro país?

-Llevamos cerca 50.000, falta la actualización de los datos de noviembre y diciembre. Pero va un poco en la línea de lo que ha dicho el senador Insulza, que iban a ser unos 60.000 o 70.000. Es un número razonable por lo que ha ocurrido este año. Y más allá del número que por supuesto es alto, preocupa la reacción o la respuesta. Para mí es incomprensible que el gobierno, por ejemplo, esté en contra de decretar un estado de excepción para resguardar la frontera. O que no quiera reconducir. No ha solicitado un estado de excepción y aún está vigente la resolución que prohíbe las reconducciones.

-¿Crees que aumente el número de migrantes peruanos con la situación política en ese país?

-No sé si inmigrantes peruanos probablemente tales, pero sí extranjeros residentes en Perú. Hay 800.000 venezolanos viviendo en Perú y para muchos de ellos es muy atractivo venirse a Chile en las actuales condiciones. Chile no los expulsa, se ingresa por Bolivia en un camino que es muy permeable y no los van a reconducir, claramente, es muy atractivo para ellos.

-¿Qué busca el migrante en Chile?

-En general, el extranjero que ingresa de forma clandestina a Chile, lo hace por dos razones: uno, por la posibilidad concreta de trabajar en Chile aún siendo irregular; y dos, por la esperanza probable de que le van a dar las visas. En Chile, como no hay control fronterizo, no hay estado de excepción, como no hay reconducción; como hay poca fiscalización sobre el empleo informal o irregular; y como además hay mucha expectativa sobre la regularización de migrantes clandestinos, sigue siendo extremadamente atractivo para ellos venir a Chile.

-Pero Chile no es la primer opción para venezolanos, por ejemplo.

-Para los venezolanos el número uno y dos son Estados Unidos y después España. Después, se reparten entre Colombia y Chile.

Nosotros hicimos una encuesta en el Banco Mundial en febrero y decían que al menos el 25% de todos los inmigrantes venezolanos trabajan en aplicaciones de reparto. Estamos hablando de 125.000 venezolanos. Y pueden ganar 500 a 800 dólares al mes.

-¿Eso es mucho respecto al salario mínimo de Venezuela?

-Son 400 veces el sueldo mínimo en Venezuela. Con 800 dólares mantienes a varias familias en Venezuela. Y también la pregunta es qué sucede con la fiscalización y regularización en estas aplicaciones, donde claramente hay extranjeros irregulares, sin autorización de trabajo y ni siquiera se sabe si tienen antecedentes penales trabajando en estas aplicaciones.

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