Panorama general. Carlos Maldonado había abordado hace algunos días con Ex-Ante la decisión de su partido y sus motivaciones para inclinarse por el Rechazo.

  • “Es lamentable que se pretenda cancelar o censurar una expresión de conciencia, como es la que yo tengo frente al plebiscito. Mi tema es que estoy convencido de que lo coherente con los principios del radicalismo -que siempre ha luchado por la libertad, democracia y el progreso económico del país como base para poder satisfacer las necesidades sociales- son principios que están afectados claramente con lo que propuso la Convención Constitucional. Entonces tengo la convicción de que tengo que rechazar este texto”, dijo.

 

  • “Lamento que el partido pretenda callar la conciencia de quienes estamos actuando en coherencia con nuestros principios. Yo respeto a quienes dentro del partido tienen una posición distinta sobre el plebiscito”.

-¿Considera tomar alguna acción?

-Ahora estoy enfocado en el plebiscito del domingo. Creo que lo que va a pasar es sumamente trascendente, más que estas situaciones personales. Ya la próxima semana veré este tema con más dedicación.

  • A continuación la ascendente trayectoria de Maldonado en la política y su rol en los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría.

 

  • Origen. Nacido en Valparaíso, estudió en la Escuela E-310 y en el Liceo Eduardo de la Barra. Vivió su infancia y juventud en el Cerro Jiménez. “Provengo de una familia de esfuerzo y soy hijo de la educación pública”, ha dicho.

 

  • Radical hijo de radical. Su padre, Carlos Manfredo Maldonado Rojas, era militante radical, funcionario de ferrocarriles y su madre, Carmela Georgina Curti Valdivia, era dueña de casa. Su abuelo también había sido obrero de ferrocarriles. Maldonado entró a militar a los 20 años, en 1983, al partido de su padre cuando estaba en la universidad y se convirtió en presidente regional de las juventudes radicales en tiempos de dictadura.

 

  • Primer profesional de su familia. Estudió Derecho en la Universidad de Valparaíso, convirtiéndose en el primer profesional de su familia.
  • Su mentor político. En 1990, comenzó a trabajar con el entonces senador radical Carlos González Márquez (abogado, relator deportivo, intendente de Salvador Allende, fallecido en 2015), quien representó a la Quinta Región hasta 1994. González Márquez fue su primer padrino político.

 

  • Delfín de José Antonio Gómez. Luego de ejercer un tiempo como abogado y estudiar un magíster en Derecho, ingresó a trabajar al Ministerio de Justicia durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En los tiempos en que Soledad Alvear era la titular de Justicia, fue jefe de gabinete de los subsecretarios, Eduardo Jara y José Antonio Gómez. Este último se convertiría en su nuevo referente. Maldonado, que con el tiempo se transformaría en su delfín, colaboró en el ascenso político de Gómez, quien en 2005 fue elegido senador por Antofagasta y también presidente del PR.

 

  • La reforma procesal. A fines de 1999, después de que Alvear dejara el ministerio para ir a reforzar la campaña de segunda vuelta de Ricardo Lagos, Gómez pasó a ser ministro de Justicia. Entonces, Maldonado asumió como secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Coordinación de la Reforma Procesal Penal, cargo que mantuvo en la administración de Lagos. El nuevo sistema judicial, que había comenzado como piloto en las regiones de Coquimbo y La Araucanía, debutó a nivel nacional en 2005. El Ministerio de Justicia se transformó durante 10 años en uno de los principales enclaves radicales dentro del Gobierno.

 

  • Bacheletista. Maldonado logró ganarse la confianza de la ex Presidenta Michelle Bachelet y de sus asesores más estrechos. En marzo de 2007 asumió como ministro de Justicia y como representante radical en el comité político.

 

  • La crisis radical. A fines de la administración, en enero de 2010, ya con el triunfo de Sebastián Piñera y la derrota de Eduardo Frei, la Concertación comenzó a resquebrajarse. Los diputados radicales iniciaron una sorpresiva una negociación con la derecha, el PRI e independientes para integrar la mesa en el nuevo período de la Cámara. Sin embargo, Maldonado como principal representante radical en el gobierno, se alineó con el discurso de Bachelet para desarmar ese pacto y tratar de evitar un quiebre del conglomerado, por lo menos hasta el final de su mandato. Sus gestiones dieron resultado y el Consejo Ejecutivo Nacional (CEN), histórica instancia radical, desautorizó las conversaciones con el piñerismo. Pese a ello, la derecha igual logró la mayoría de la Cámara.

 

  • Su privatización. Tras la derrota de la Concertación, se dedicó a realizar consultorías en materias judicial. Vivió seis años en México asesorando al gobierno de ese país en el desarrollo de reformas procesales. En el pasado debate presidencial se consultó por la fortuna, del orden de los 1.500 millones de pesos, que logró construir gracias a esas asesorías. Hoy es dueño de dos firmas: Inversiones La Condesa Limitada y Servicios y Proyectos Público Privados S.A.

 

  • La presidencia radical. Tras la derrota en las presidenciales de 2017 con Alejandro Guillier, de quien fue uno de sus consejeros políticos, Maldonado se fijó una nueva meta: llegar a la cabeza del partido. En agosto de 2018 fue elegido  tras derrotar a Ernesto Velasco, quien buscaba reelegirse como presidente radical. En la colectividad señalan que uno de sus aliados clave para llegar a la presidencia del PR fue Ricardo Navarrete, un conocedor histórico de la máquina radical.

 

  • Su distancia con los comunistas y el FA. “El PC no fue parte del acuerdo del 15 de noviembre, sigue defendiendo la dictadura de Venezuela (…) Y el Frente Amplio tomó el camino de izquierdización, que es un camino que los lleva a ser minoría”, dijo a La Tercera en diciembre 2020.

 

  • Su carrera a La Moneda. Desde que llegó a la presidencia del PR, públicamente dijo que su objetivo era llevar a un candidato radical a la Presidencia, descartando una nueva opción de Guillier. En diciembre de 2020, admitió sus aspiraciones, que se formalizaron el 23 de ese mes cuando fue proclamado en forma unánime por el Consejo General del PR.

 

  • Su distancia con Gómez. Su aspiración presidencial, sin embargo, profundizó su distancia con Gómez, quien había expresado su interés en volver a competir por La Moneda, luego de sus fallidas precandidaturas en 2009 y 2013. Maldonado se negó a volver a apoyarlo. “La ciudadanía está esperando renovación en la política. Creo que es importante que surjan nuevos liderazgos también en nuestro partido”, dijo en agosto de 2018.

 

  • Su fallida apuesta. Pese a su recelo con las fuerzas de izquierda, en marzo de 2021 intentó buscar un acuerdo de toda la oposición, desde los comunistas y el Frente Amplio, hasta la DC y Ciudadanos. Su argumento era que “el país no resistiría otro gobierno de derecha”. Pese a reparos del PC, la DC y el PPD, logró que se sentaran a conversar representantes de distintos partidos, donde se logró armar un borrador con ideas programáticas. La idea, de todas formas, no prosperó.

 

  • El plantón en el Servel. En vista de que las conversaciones no fructificaron, en una suerte de acto de protesta, Maldonado concurrió solitariamente al Servel la noche del 19 de mayo, fecha límite para inscribir las primarias presidenciales. “Ya en Servel. Lamentablemente, no fue posible primaria amplia. Ahora, esperando a partidos de Unidad Constituyente”, escribió en redes social. Sus aliados no llegaron y el PC y el FA inscribieron una primaria por su cuenta.

 

  • Su referente histórico. “El gobierno de Pedro Aguirre Cerda fue el más exitoso en la historia de Chile. Es mi referente”, ha dicho.
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