El empresario británico, Krishna Maharaj es el único supuesto culpable del asesinato de Derrick Moo Young y su hijo Duane, quienes fueron encontrados muertos en una habitación del hotel, Dupont Plaza de Miami, el 16 de octubre de 1986, en el marco de la guerra de narcotráfico que se vivía en ese entonces y que tenía como protagonistas a Pablo Escobar.

Maharaj se encuentre actualmente en la cárcel, acusado de homicidio en primer grado, secuestro y porte ilegal de armas de fuego, con la que supuestamente habría asesinado. 

Según diversos medios, Pablo Escobar tenía cuentas pendientes con Derrick y Duane, y por eso los habría asesinado, sin embargo, se acusó a Maharaj del crimen, pese a que solo existe un supuesto testigo falso en su contra y que en el momento del asesinato, se encontraba a kilómetros del lugar, según su defensa.

A principios de los 80, Maharaj se mudó al sur de florida para invertir en bienes raíces, época en donde  conoció a Derrick Moo, jamaiquino de origen chino, quien se encargaría de supervisar las inversiones de Maharaj cuando él estuviera fuera de la ciudad, esta relación comercial  fue lo que llevó a la justicia estadounidense a corroborar el testimonio de Neville Butler, un sujeto que aseguró haber presenciado el crimen.

Maharaj no tenía antecedentes de violencia, y siempre se ha mantenido fuerte con su postura de ser inocente.  Además, al momento de los juicios contaba con al menos seis testigos que lo ubicaban a exactamente 50 kilómetros de distancia de los crímenes al momento de los asesinatos, pese a esto siete tribunales distintos han conluído que su condena debe mantenerse.

Recién en 2002 logró rebajar la cadena perpetua, 16 años luego de su arresto.

En 2014, el abogado de Maharaj, Clive Stafford Smith, aseguró tener pruebas que incriminaban a Pablo Escobar del asesinato, ya que sostuvo que en aquella época, los mafiosos colombianos estaban en guerra por la cocaína, y descubrió que ambos asesinados lavaban dinero en efectivo para Pablo Escobar, cabecilla del Cartel de Medellin, en ese entonces, y que supuestamente ellos le habrían robado, por lo que Esobar habría mandado a matarlos.

De hecho, se descubrió que en la habitacion que se encontraba en frente de donde se desarrolló el delito, se estaba hospedando un supuesto miembro del Cartel de Medellin, según documentos judiciales.

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