Estaba previsto que el mandato de Abe como presidente del PLD, el segundo consecutivo desde 2012, finalizara en septiembre de 2018. Pero la reforma, aprobada durante un congreso del partido celebrado en Tokio, permitirá a Abe presentarse a la reelección interna en otoño del próximo año.

Hasta ahora, la política del partido establecía que un presidente no podía ser reelegido para un tercer mandato consecutivo. Y el actual primer ministro japonés se convirtió en 2015 en el primer presidente del PLD en ser reelegido sin votación en 14 años, una muestra del amplio apoyo del que goza dentro de la formación en el poder tras ganar tres elecciones parlamentarias. 

Esta popularidad se extiende al Gabinete que lidera, que cuenta con un índice de aprobación de más del 54 % entre los nipones, según la última encuesta realizada por la agencia local Kyodo.

Abe, de 62 años, desempeñó su primer mandato al frente del PLD entre 2006 y 2007, cuando fue elegido por primera vez primer ministro de Japón. Su segundo mandato al frente del partido comenzó en 2012, año en el que volvió a convertirse en líder del país asiático. Desde entonces ha revalidado ambos puestos: internamente en 2015 y en las urnas en las elecciones generales de diciembre de 2014.

El Japón de Abe

Ahora, y de ser nuevamente respaldado por su partido, el primer ministro Abe podría ver cumplida una de sus grandes ambiciones, la de mantenerse en el poder el tiempo suficiente para consolidar sus políticas en un país con una intensa inestabilidad gubernamental en el que rara vez llegan a agotarse las legislaturas.

Los líderes nipones recurren a comicios ante rencillas internas en los partidos o como herramienta de evaluación de su gestión. El propio Abe, al frente del Ejecutivo nipón desde 2012, convocó elecciones anticipadas a modo de referéndum a mitad de su pasada legislatura, una cita con las urnas de la que salió victorioso.

Hijo y nieto de prominentes políticos, Abe ha impulsado en sus años al frente del Ejecutivo una controvertida reinterpretación de la Constitución japonesa y una reforma militar que dota de más presencia en el exterior a sus Fuerzas de Auto Defensa (ejército). Otro de los puntos prioritarios de su gestión es su estrategia económica, bautizada como "Abenomics", con la que busca sacar a Japón de casi dos décadas de deflación.

A poco menos de dos años para saber si podrá seguir optando al liderazgo del país, el político de Nagato (prefectura de Yamaguchi, oeste de Japón) tendría que presentar una nueva candidatura a la presidencia del PLD en septiembre de 2018 y superar la votación.

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