AFP

Las labores de búsqueda continuaban el jueves para intentar encontrar a las víctimas del gigantesco incendio que destruyó el martes por la noche una torre de 120 viviendas sociales en Londres, causando 12 muertos, un balance que podría aumentar.   

En un comunicado en Facebook, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo temer que el balance de 12 muertos se agrave: "Una cifra que temo que aumente", afirmó el miércoles por la noche.

De las 78 personas hospitalizadas, 18 estaban en estado crítico, y muchas otras seguían desaparecidas.

Se inicia "una compleja operación de búsqueda durante varios días", declaró Stuart Cundy, comandante de la Policía Metropolitana londinense, que no esperaba encontrar otros sobrevivientes.

Sobrevivientes de la tragedia dijeron haber visto a gente cayendo o saltando desde la torre residencial de 120 departamentos y 24 pisos.

Otros testigos relataron cómo la gente dejaba caer a sus hijos desde las ventanas para intentar, en un gesto desesperado, salvarlos.

"Escuché gritos por todos lados y vi gente saltar desde las ventanas. Las llamas devoraban la torre. Era un horror", contó a la AFP Khadejah Miller que vive en un edificio aledaño y que fue evacuado por precaución.

La jefa del departamento de bomberos de Londres, Dany Cotton, descartó la posibilidad de que se derrumbe y precisó que un equipo de ingenieros inspeccionaba las fundaciones.

'Sin sorpresa' 

Aún se desconocen las causas del incendio. Pero las críticas comenzaron a escucharse entre los residentes que denuncian la insuficiencia de la empresa responsable de la gestión del edificio y de las autoridades locales.

Un "90% de los residentes firmaron a fines de 2015 una petición quejándose por la mala gestión de la empresa responsable del mantenimiento del edificio. El administrador me amenazó personalmente", lamentó David Collins, presidente de la asociación de residentes de la torre hasta octubre pasado.

"Escuché que algunas alarmas de incendio no funcionaron, no me sorprende. Estoy consternado, mortificado, pero no sorprendido", agregó, interrogado por AFP.

David Collins también señaló la responsabilidad del "borough" (municipalidad) del barrio de Kensington y Chelsea. "Les informamos de nuestras preocupaciones y pedimos una investigación independiente pero no nos escucharon", lamentó.

Según documentos difundidos en internet un colectivo de residentes se había quejado en varias ocasiones estos últimos años del estado del edificio y de los posibles riesgos de incendio.

"Nadie quiso hacer caso a todas nuestras advertencias, una catástrofe como esta era inevitable", publicó en su blog el Grupo de Acción de Grenfell luego de la catástrofe.

Nana Akuffo, habitante de una torre vecina, estimó que esos problemas "se habrían solucionado" si se tratase del barrio chic de Knightsbridge.

Según varios residentes, las obras de renovación del año pasado podrían haber favorecido la propagación del fuego, extremadamente rápida.

'Plástico quemado' 

Salah Chebiouni, de 45 años, que logró salir a tiempo del inmueble, declaró a la AFP que olía a "plástico quemado" y lamentó las obras de renovación baratao. "Tenía el aspecto de metal. Creía que habían hecho algo bueno. Pero era plástico", dijo.

"Al parecer, como en otros casos de incendios en otras partes del mundo, la naturaleza del revestimiento exterior es responsable de la rapidez con que el fuego se propaga", comentó Angus Law, especialista del tema en la universidad de Edimburgo.

Gavin Barwell, el nuevo jefe de gabinete de la primera ministra Theresa May y exministro de vivienda, fue acusado por el diario sensacionalista de izquierda The Daily Mirror de haber cajoneado un informe de hace varios años que señalaba el riesgo de incendio en edificios como la torre Grenfell.

Un portavoz de Downing Street declaró que May estaba "profundamente entristecida por la pérdida trágica de vida en la torre Grenfell".

Varios sobrevivientes lamentaron que se les haya aconsejado permanecer confinados en sus departamentos. "Si hubiésemos seguido esos consejos estaríamos muertos", declaró Nicky Paramesivan a la BBC.

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