AFP.

Al menos 30 personas murieron este sábado en Ankara, capital de Turquía, en un ataque dirigido aparentemente contra opositores que acudieron a manifestarse por la paz a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas.

Más de cien personas resultaron heridas en la doble explosión ocurrida delante de la principal estación de trenes de la capital turca.

Allí se estaban reuniendo las delegaciones de sindicatos y partidos políticos de izquierda, entre ellos la principal formación prokurda del país, el HDP, que afluyeron de toda Turquía para participar en la manifestación.

"Escuchamos una explosión fuerte y otra pequeña. Hubo un gran movimiento de pánico, y luego vimos cadáveres en la explanada de la estación", declaró a la AFP Ahmet Onen, un jubilado de 52 años.

"Una manifestación que debía ser por la paz se ha convertido en una masacre. No entiendo lo que pasa", añadió con los ojos llenos de lágrimas.

Un fotógrafo de la AFP vio tras las explosiones cadáveres de activistas en el suelo, con las pancartas que habían traído para la manifestación.

Según un balance provisional del ministerio del Interior, al menos 30 personas murieron y 126 resultaron heridas.

"Maldecimos y condenamos este ataque atroz contra nuestra democracia y la paz de nuestro país", dijo el ministerio.

Según una fuente gubernamental turca que pidió el anonimato, lo sucedido sería un ataque "terrorista".

"Sospechamos que hay un vínculo terrorista", declaró este responsable sin más precisiones.

Según la agencia de prensa progubernamental Anatolia, las autoridades sospechan que la explosión fue obra de un suicida.

El ataque tiene lugar a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas, previstas el 1 de noviembre. El clima político está caldeado por los enfrentamientos diarios y sangrientos entre las fuerzas turcas y los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste de mayoría kurda.

En el lugar de las explosiones se vivieron escenas de caos. Las ambulancias buscaban a los heridos y la policía acordonó la zona, constató la AFP.

Dos horas después de las explosiones, los agentes dispararon al aire para dispersar a los manifestantes encolerizados por la muerte de sus compañeros en las explosiones, y que gritaban "policías asesinos", comprobó la AFP.

"Una masacre terrible" 

"Estamos ante una masacre terrible. Se ha cometido un ataque bárbaro", dijo el copresidente del HDP (Partido Democrático de los Pueblos, prokurdo) Selahattin Demirtas.

La cadena de información NTV difundió imágenes de video de un amateur donde se ve a manifestantes cantando y bailando cogidos de la mano, y que de pronto caen al suelo por la potencia de la deflagración.

"Vi a un hombre con la pierna arrancada, tumbado en el suelo. También vi una mano seccionada sobre el asfalto", dijo otro testigo, Sahin Bulut, miembro de la Asociación de Ingenieros de Estambul.

"Es como en Suruç", añadió.

El pasado 20 de julio, un atentado suicida atribuido al grupo Estado Islámico (EI) mató a 32 militantes de la causa kurda en la ciudad turca de Suruç, muy cerca de la frontera con Siria.

Tras el atentado de Suruç arreciaron los enfrentamientos entre el ejército turco y los rebeldes del PKK, que hicieron saltar por los aires un frágil alto el fuego vigente desde marzo de 2013.

Más de 150 policías o soldados han muerto desde entonces en atentados atribuidos al PKK. Las autoridades turcas afirman por su lado que han "eliminado" a más de 2.000 miembros del grupo rebelde en sus operaciones de represalia.

En las legislativas del 7 de junio pasado, el partido del presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan perdió la mayoría absoluta que tenía en el Parlamento desde hace 13 años, en parte gracias al buen resultado del HDP.

Tras fracasar las negociaciones para formar un gobierno de coalición, Erdogan convocó unas elecciones anticipadas para el 1 de noviembre en las que espera recuperar la iniciativa política.

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