Al menos 82 personas murieron y 110 resultaron heridas el domingo antes de la madrugada en un incendio en un hospital para pacientes con covid-19 en Bagdad, un drama que provocó la cólera de los iraquíes y llamados a la dimisión de responsables, en un país con un devastado sistema de salud.

El siniestro se produjo por cilindros de oxígeno "almacenados sin respetar las condiciones de seguridad" en el hospital Ibn al-Khatib de Bagdad, explicaron fuentes médicas a la AFP.

"El Ministerio del Interior anuncia la muerte de 82 personas y 110 heridos en el incendio accidental" del hospital, dijo en un comunicado difundido por los medios de comunicación estatales.

Numerosas víctimas se hallaban bajo ventilación  cuando estallaron las bombonas de oxígeno, causando un incendio  que se extendió rápidamente, según médicos y bomberos. 

Un primer balance, de fuentes médicas, informó de 23 muertos y después, un segundo, con una fuente oficial, lo había elevado a 53 víctimas mortales.

Esta tragedia ha generado una ola de cólera entre los iraquíes, después de que fuentes médicas la atribuyeran a la  negligencia, vinculada con frecuencia a la corrupción endémica que azota al país. "Dimisión del ministro de Salud" encabezaba las palabras clave en Twitter en Irak.

Se trata de una desgracia más en un país de 40 millones de habitantes cuyo sistema de salud nunca se ha recuperado de cuatro décadas de guerra.

El primer ministro Mustafa Al Kazimi anunció tres días de duelo nacional y la apertura de "una investigación inmediata", cuyos resultados quiere "en 24 horas".

El primer ministro suspendió de sus funciones al jefe de Salud del sector oriental de Bagdad, al director del hospital y a los jefes de la seguridad y del mantenimiento técnico. Están siendo interrogados y nadie -dijo- podrá quedar en libertad "hasta que se juzgue a los culpables". 

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