Unos padres fueron arrestados luego de haber atado a sus dos hijos pequeños y tatuarlos y, posteriormente, haberles cortado piel para intentar quitarles la tinta, en Texas, Estados Unidos.

Se trata de Megan y Gunner Farr, una pareja que sujetaron a sus hijos de 5 y 9 años con una cuerda, para cubrir sus bocas con una cinta adhesiva y les vendaron los ojos con un trapo mientras presionaban la aguja del tatuaje contra su piel, según recogió New York Post.

La pareja tatuó el pie del niño de 5 años y el hombro del niño de 9.

Sin embargo, el caso motivó la intervención de los Servicios de Protección Infantil (CPS, por sus siglas en inglés) y, ante esto, la pareja decidió cortar, raspar y frotar la piel de los niños con jugo de limón, para tratar de borrar los tatuajes.

El jefe de la policía de Zavalla, el teniente James Denby, afirmó que "había lesiones visibles en los niños en el lugar específico de los tatuajes y parecía que la carne fue removida del cuerpo en el lugar. Esto sucedió en el momento en que la CPS se involucró en las actuaciones de abuso infantil".

La policía local inició un procedimiento y tras entrevistar a los niños por el presunto abuso, recuperó un kit de tatuaje durante el curso de la investigación, el cual habría sido utilizado por la pareja.

Tras ser puestos a disposición de la Justicia, Megan Farr fue acusada de dos cargos de lesiones a un niño y restricción ilegal; mientras que Gunner Farr fue acusado de un cargo de lesiones a un niño y restricción ilegal. Cada uno de ellos se encuentra sujeto a una fianza por un total de US$35 mil.

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