Air France presentó denuncia por falsa amenaza de bomba que este fin de semana obligó a uno de sus aviones a efectuar un aterrizaje de emergencia en Kenia. Lo que quiso ser broma de mal gusto es un delito.

Un portavoz de la compañía indicó que la demanda por la "puesta en peligro de la vida" de otras personas se ha interpuesto en el Tribunal de Gran Instancia de Bobigny, a las afueras de París, contra "X", fórmula en la que no especifica al presunto culpable.

El artefacto sospechoso fue encontrado en uno de los baños de la aeronave, que volaba desde Mauricio con destino a París con 473 personas a bordo. El presidente director general de la aerolínea, Frédéric Gagey, señaló ayer en conferencia de prensa en la capital francesa que el supuesto explosivo fue descubierto por un pasajero en un pequeño armario situado detrás de un espejo.

Tras el análisis efectuado por expertos artificieros, se comunicó que estaba hecho de cartón y que aunque tenía la apariencia de una bomba, "no era susceptible de provocar una explosión ni de dañar el avión".

Más que una broma de mal gusto, es un delito

La aeronave tuvo que desviarse y aterrizar en el aeropuerto de la ciudad keniana costera de Mombasa y sus pasajeros fueron registrados y evacuados de forma segura a hoteles cercanos, mientras que el artefacto fue examinado fuera del aeropuerto. Gagey avanzó que ese objeto fue escondido durante el vuelo, puesto que el avión se había controlado antes, y calificó esa acción de "comportamiento estúpido", "extremadamente agresivo" contra la aerolínea y "broma de mal gusto".

A la llegada hoy de los pasajeros de ese vuelo al aeropuerto parisino de Charles de Gaulle, la policía interrogó a una pareja, informó la emisora "Europe 1". La mujer quedó en libertad poco después, mientras que el hombre, que se cree que fue policía en la isla de La Reunión, ha sido detenido.

Publicidad