A las familias les gustan las cabañas cercanas a la costa para descansar, bucear, hacer largas caminatas y disfrutar del paisaje. Los grupos de jóvenes prefieren quedarse en el centro de la población, donde están las discotecas y las fiestas duran toda la noche.

Son los contrastes de Montañita, la comuna en la costa oeste de Ecuador donde las turistas argentinas Marina Menegazzo y María José Coni, de 21 y 22 años de edad, fueron asesinadas hace dos semanas.

Esta pequeña localidad de menos de 5.000 habitantes, que sólo hace unos años era considerada un "paraíso escondido", ahora es el destino turístico preferido por decenas de miles de jóvenes de América Latina, Estados Unidos y Europa.

Allí disfrutan de sus playas, del turismo de aventura y su cada vez más famosa vida nocturna.

Sus calles estrechas que desembocan en la playa con coloridas tiendas, bares, hoteles y restaurantes cautivaron en pocos años a universitarios que viajan como "mochileros" y disfrutan las actividades al aire libre.

Sin embargo, Montañita no siempre fue un destino turístico con cocteles en las calles y fiestas en la playa.

El "descubrimiento"

Hace 50 años, en Montañita los pescadores compartían las costas con unos pocos turistas "alternativos".

En esa época fue cuando el "movimiento surfer", con su filosofía de libertad, paz y amor al mar y a las olas, desembarcó en ese insospechado lugar ubicado a menos de 200 kilómetros de Guayaquil.

En 2013, Montañita fue sede del mundial de surf.

Montañita estaba muy lejos de ser el "destino de moda" entre los jóvenes en el que se ha convertido ahora.

Era más bien una pequeña comuna costera de pescadores rodeada por ríos y montañas verdes ideales para escalar y hacer caminatas.

Sus casas todavía eran construcciones sencillas y no había ni rastro de los complejos turísticos y hoteles que ahora se pueden encontrar a lo largo de la costa y en casi todas las calles de la localidad.

Según explica Héctor Yepez, dirigente regional y docente en Guayaquil, el panorama en Montañita cambió drásticamente en la última década.

"Antes había mucha menos gente y era un lugar mucho más tranquilo. En Montañita te encontrabas con extranjeros que eran del movimiento hippie, surfer y hasta rockero", señaló a BBC Mundo el dirigente de la agrupación Suma (opositor).

El boom

Pero últimamente, la noche de Montañita se ha vuelto cada vez más famosa en América Latina.

Se pueden encontrar comida rápida y platos a la carta entre US$3 y US$10. Los tragos se venden a precios baratos y en oferta en los bares.

La vida nocturna en Montañita atrae jóvenes de Sudamérica desde la segunda década del siglo XXI.

Uno de los lugares más concurridos es la "calle de los cócteles". Un paseo que desemboca en la playa en el que se pueden conseguir bebidas alcohólicas durante todo el día y en el que la música nunca deja de sonar.

Fue en ese lugar donde Marina Menegazzo y María José Coni vendían empanadas y ensalada de frutas, según los testimonios de viajeros que afirman que las vieron y que medios de comunicación argentinos publicaron en las últimas semanas.

La mayoría de las discotecas son gratuitas y cuando se mete el sol la gente sale a bailar en la playa y en las calles.

Grupos improvisan música reggae sobre la arena, mientras otros bailan salsa en una discoteca con piscina al lado de la pista.

Por si fuera poco, pueden encontrarse hoteles en los que la noche no cuesta más de US$25. También existen hostales con habitaciones compartidas en los que el precio por persona se reduce aún más.

El diario Publímetro de Santiago publicó que Montañita fue el destino favorito de los jóvenes chilenos en 2013; al igual que lo fue en 2012 para los argentinos, según el diario bonaerense La Nación.

De hecho, son cada vez más los universitarios porteños que cambian el tradicional viaje "de mochila" por el norte argentino hasta las ruinas de Machu Picchu en Perú por el económico viaje a las cálidas playas de Montañita.

La playa de Montañita tiene olas de hasta 2,5 metros que son ideales para la práctica del surf.

La vicepresidenta de la Asociación de Actores Turísticos de Montañita, Cristina Barreiro, le explicó a BBC Mundo que la mayoría del turismo latinoamericano llega entre diciembre y febrero, mientras que los visitantes de Europa y Estados Unidos arriban a mediados de año.

"Cuando empezamos a recibir visitantes, el surf fue uno de los principales atractivos, pero ahora hemos ampliado la oferta turística y nuestras fiestas son las que más gente atraen", señaló Barreiro, que además es propietaria del Caña Grill, una concurrida discoteca y karaoke de Montañita.

El vicepresidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo de Ecuador, Diego Vivero, le dijo a la Agencia EFE que Argentina es el cuarto país latinoamericano del que más visitantes llegan a Ecuador tras Perú, Colombia y Venezuela.

En 2015, unos 60.000 argentinos arribaron a la región, con estancias promedio de una semana y un gasto medio de US$1.000.

En Montañita se pueden encontrar hoteles con precios accesibles, comida barata y tragos en oferta.

La industria turística ecuatoriana señaló que sólo los visitantes estadounidenses generan US$545 millones anuales.

Es fácil encontrar en las redes sociales y blogs de los visitantes de Europa, Estados Unidos y América Latina fotografías y relatos de lo fácil que es conseguir un cigarro de marihuana y cómo el alcohol se puede encontrar a cualquier hora del día.

"Se ha transformado en el destino de los excesos. Si te encantan la fiestas en la playa repletas de excesos, Montañita es tu lugar, si no, puede que no la pases tan bien", advierte uno de los visitantes en la red social de viajeros Tripadvisor.

No todo es tan idílico como lo muestran las fotos de los económicos paquetes turísticos que se ofertan por internet.

El peligro

El asesinato de Marina Menegazzo y María José Coni multiplicó la preocupación, pero la delincuencia en Montañita ya había llamado la atención de los pobladores del lugar y de las autoridades en los años previos.

Barreiro asegura que la muerte de las dos jóvenes argentinas fue un hecho aislado, pero reconoce que los problemas vienen de tiempo antes.

"Nosotros denunciamos hace años de la llegada de personas de otros puntos de Ecuador y de otros países para hacer negocios ilícitos. La falta de control y la informalidad de ciertos negocios trajeron problemas. Por eso le pedimos a las autoridades que regulen esto", señaló a BBC Mundo.

Héctor Yepez, que conoce Montañita hace décadas, añade que el crecimiento del turismo interno y la llegada de visitantes extranjeros, sumados al aumento de la delincuencia en Ecuador, generó que Montañita no sea un lugar tan seguro como hace apenas unos años.

Desde el pasado miércoles, personal de la Secretaría Técnica de Drogas arribó al lugar y la Dirección Nacional de Operaciones de la Policía incrementará la presencia de efectivos de 20 a 50.

La Policía Judicial Ecuatoriana señaló en 2015 que el promedio de hurtos era de 15 cada fin de semana.

Además de registrarse asaltos en las calles, se reportaron robos en hoteles y hurtos de accesorios de vehículos.

En los primeros meses de 2016 se realizaron 11 operativos antinarcóticos en los que se detuvieron a 12 traficantes.

Uno de los problemas que detectaron las autoridades policiales y la Asociación de Actores Turísticos es que en Montañita ofrecen drogas baratas como marihuana y derivados de cocaína en las esquinas de algunos centros nocturnos.

Ante tal situación, el presidente de la comunidad de Montañita, Iván del Pezo, anunció el martes que la región está dispuesta a una "intervención integral" para frenar los problemas relacionados a la venta desmedida de drogas y alcohol.

"En Montañita hemos tenido problemas, efectivamente. Como mucha gente manifiesta, hay personas que hacen actividad de venta de drogas, como sucede en muchos lados", señaló la autoridad.

No sólo son las autoridades, también los pobladores que viven del turismo temen que los visitantes dejen de llegar.

Por ello los dueños de hoteles y pobladores impulsan en redes sociales un movimiento llamado #MontañitaNoTieneLaCulpa para que el asesinato de las dos argentinas no estigmatice al lugar como un destino peligroso.

Todo para que Montañita no vuelva a ser ese "paraíso escondido" como cuando no llegaba casi nadie.

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