Hasta 34 miembros del ejército de EE. UU. resultaron heridos con distintos traumatismos cerebrales en el bombardeo iraní que tuvo lugar el pasado 8 de enero contra una base militar en Irak y que contaba con presencia de tropas estadounidenses, informó este viernes el Pentágono.

Teherán atacó el centro militar en represalia por la muerte del general Qasem Soleimani, considerado un héroe en el país persa, quien falleció días antes a consecuencia de una ofensiva estadounidense.

"34 efectivos en total han sido diagnosticados con conmociones cerebrales y TBI (lesión cerebral traumática)", declaró a periodistas el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman en una conferencia de prensa.

"No considero esto como lesiones graves"

En reacción a esto, el presidente de EE. UU., Donald Trump, desdeñó hace dos días el asunto al no considerar las lesiones de gravedad. "No, no considero esto como lesiones graves", expresó el mandatario en Twitter.

En un principio, el Pentágono había informado de que el ataque no había causado heridos; pero después de evaluar otra vez a las víctimas, las autoridades identificaron algunos síntomas de contusiones cerebrales debido a la fuerza del impacto de los misiles.

Esto es algo que ya había adelantado la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), liderada por Washington, que anunció la semana pasada que varios soldados de EE. UU. en efecto sí habían resultado heridos en el ataque, aunque sin concretar el número.

Soldados fueron trasladados a Alemania

Hoffman detalló que 17 de las víctimas habían sido trasladadas inicialmente a Alemania para recibir tratamiento, ocho de las cuales llegaron a Estados Unidos el viernes. "Continuarán recibiendo tratamiento en Estados Unidos, ya sea en Walter Reed (un hospital militar cerca de Washington) o en sus respectivas bases", señaló. Las otras nueve víctimas que fueron trasladadas a Alemania "todavía están siendo evaluadas y tratadas allí", agregó.

Entre los síntomas experimentados por los soldados, citó "dolores de cabeza, mareos, hipersensibilidad a la luz, agitación y náuseas". Estos síntomas desaparecieron rápidamente en algunos casos, pero para los demás, empeoraron y los soldados fueron evacuados.

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