Incendios forestales en las proximidades de la capital australiana, Canberra, obligaron el jueves a cerrar el aeropuerto de la ciudad a vuelos comerciales, informaron las autoridades, mientras se reactivaba la alerta de peligro por fuego por una subida de las temperaturas.

Con la medida, en el aeropuerto operarán por ahora únicamente aviones que trabajan en el combate a los incendios.

Las altas temperaturas y los fuertes vientos alimentaron un brote de nuevos incendios en varias áreas en el este de Australia, cerrando así un breve período de calma después de varios días de lluvias y clima frío.

Los vuelos hacia y desde la capital de Australia fueron suspendidos alrededor del mediodía del jueves "para permitir las operaciones de extinción de incendios de la aviación", dijo un portavoz del aeropuerto de Canberra.

Inicialmente, las autoridades no informaron por cuánto tiempo se verían afectados los servicios, pero insistieron en que la terminal aérea no ha sido evacuada.

Un incendio fuera de control que ardía al sur del aeropuerto fue clasificado a nivel de emergencia, y la agencia informó a los residentes que era "demasiado tarde para irse" en tres suburbios en el camino del incendio.

Aunque el aeropuerto ha sido utilizado en esfuerzos aéreos de lucha contra incendios durante varios meses, es la primera vez que se suspendieron las operaciones comerciales.

Este mismo jueves en la región de Sídney, donde los termómetros alcanzaron los 41 grados, se temen condiciones de calor intenso, fuertes vientos y potenciales tormentas que podrían agravar la situación.

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