Autoridades mexicanas trabajan en un plan para sellar las filtraciones hacia la mina inundada con 10 obreros en su interior hace 12 días, tras un súbito incremento del volumen de agua que supera el registrado cuando ocurrió el accidente.

La estrategia, expuesta este lunes durante la conferencia diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador, intentará contener el flujo de agua hacia el socavón, que se aceleró desde la madrugada del domingo.

"He dado instrucciones para que se refuerce todo el plan (...). No vamos a dejar de trabajar para rescatar a los mineros", señaló López Obrador.

Desde el domingo, el nivel de agua en el pozo que ofrecía mayores esperanzas para el ingreso de los rescatistas subió de 1,30 metros a 38,49 metros, informó la titular de Protección Civil, Laura Velázquez, durante la conferencia. Un día después del siniestro era de 30 metros.

El nuevo plan tiene como fin evitar que ingrese más agua en El Pinabete, donde los mineros extraían carbón en el poblado de Agujita (estado de Coahuila, norte), desde la vecina mina Conchas Norte, explicó Velázquez.

Para ello se planea "perforar 20 barrenos de seis pulgadas, a una profundidad de 60 metros, en las galerías de Conchas Norte", así como inyectar cemento a través de esos orificios "para su sellado".

Velázquez no detalló cuánto tiempo durará el sellado, propuesto por un equipo técnico asesor.

López Obrador, en tanto, no descartó buscar apoyo en el extranjero. "Si se considera que es necesario, se ve y se traen rescatistas de cualquier lugar del mundo", sostuvo.

Desde el día del accidente, no se tienen señales de vida de los trabajadores.

Filtración y lluvia

Según Velázquez, en las galerías de la mina Conchas Norte -abandonada desde hace 30 años- hay "casi dos millones de metros cúbicos (2.000 millones de litros)". 

Desde esta mina se filtran 2.000 litros por segundo a El Pinabete, mientras que las bombas de los equipos de rescate solo están sacando 371 litros por segundo, indicó.

El agua también caía incesante desde la madrugada del lunes sobre el municipio de Sabinas, donde se ubica Agujita.

La buena noticia para los habitantes de una región castigada este año por una severa sequía golpeaba, sin embargo, el ánimo y las esperanzas de los pocos familiares que encontraron un techo para guarecerse en el perímetro de la zona de rescate.

Guadalupe Cabriales, hermana de Margarito, uno de los mineros atrapados, observaba con mirada triste los charcos que se forman alrededor del precario campamento, que quedó casi desierto este lunes debido al persistente aguacero.

"Con esta agua... ojalá no se ponga peor allá", dice, moviendo la cabeza en dirección al área de rescate.

Las autoridades trabajan con la hipótesis de que El Pinabete se inundó cuando los obreros abrieron un boquete en una pared contigua a Conchas Norte, provocando que el agua entrara en el lugar donde maniobraban.

El aumento de la inundación echó por tierra las esperanzas de los familiares de los mineros, que aseguran sentirse "desesperados" ante el lento progreso del rescate y expresaron su desconfianza en el liderazgo del operativo.

"Quisiéramos que pusieran más bombas, que pongan más y más para que pudiera salir [su hermano]", añade Cabriales, abatida tras el revés del operativo.

El progreso del nuevo plan se aletargaba con las lluvias que reblandecían la tierra y producían fango, entorpeciendo el movimiento de los camiones y la maquinaria pesada, atestiguó la AFP.

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