Liesel Pritzker Simmons es extraordinariamente rica. Pero, como miembro de una de las familias más adineradas de EE.UU., también se siente incómoda al respecto.

"Es tiempo de que nosotros, que hemos sido bendecidos con un inusual éxito financiero o simplemente hemos tenido suerte, contribuyamos a un bien común y un futuro común", le dijo Pritzker a la BBC.

"Y la mejor manera en que nosotros podemos contribuir, desde esta burbuja en que vivimos, es queriendo pagar más impuestos", agregó.

Pritzker sabe que es un punto de vista poco ortodoxo. Pero la semana pasada, junto a otros 17 multimillonarios, entre el inversor George Soros, el cofundador de Facebook Chris Hughes, y la heredera de Disney, Abigail Disney, expresó sus razones en una carta pública.

La economía estadounidense y una grieta social han creado una crisis para los jóvenes, los pobres y el medio ambiente, señalan en el documento.

Y añaden que, aunque ellos no tienen todas las respuestas, pueden dar una ayuda: proponen que les impongan un impuesto a las ganancias.

"Es nuestro deber moral y patriótico entregar una mayor parte de nuestros patrimonios".

Con su esposo Ian, quien a su vez es heredero de una fortuna familiar, discutieron hacer pública esta campaña con personas que tenían sus mismas preocupaciones.

De acuerdo a sus palabras, ella no quiere convertirse en la cabeza de una campaña. Ninguno de ellos, dice, está detrás de que les den "una palmada en la espalda".

Además, ella ya tuvo su cuarto de hora de fama como actriz infantil: fue la hija de Harrison Ford en la película "Air Force One" y estuvo en la elogiada "La princesita", de Alfonso Cuarón.

Ahora, a sus 35 años, se describe como una persona de "perfil bajo", que lleva adelante una firma de inversiones que se enfoca en empresas sociales y ecológicas.

Entonces, ¿por qué volver al ruedo de lo público? La idea del impuesto a los millonarios está ganando crédito y terreno dentro del partido Demócrata y, con los debates entre los precandidatos presidenciales en las cadenas de televisión, parecía una buena idea, señaló ella.

"Solo queremos decir: no sean tímidos sobre la reforma tributaria por creer que los ricos se van a molestar", dijo.

"Aquí hay un grupo de millonarios que está totalmente de acuerdo con ese impuesto y queremos que le quede claro a los políticos y a la gente que vive en este país", añadió.

En los últimos años, miembros de la élite de EE.UU. han expresado su preocupación por la desigualdad impositiva, incluido Warren Buffet.

Uno de los objetivos de los firmantes de la carta es que el mensaje se extienda ahora a otros millonarios en el país.

Y después de la publicación de la carta, el millonario Hansjoerg Wyss añadió su firma y el magnate de los seguros Eli Broad también escribió para mostrar su apoyo.

Arreglar el problema

Pero la idea ha sido rechazada por varios grupos. Por ejemplo, la presentadora de televisión Laura Ingraham, conocida por sus opiniones conservadoras, fue una de las primeras personalidades en criticar la propuesta.

"Si esos millonarios creen que pagan muy pocos impuestos, ¿por qué no envían más dinero a la oficina de impuestos? ¿O no son lo suficientemente inteligentes para hacerlo?", escribió en su cuenta de Twitter.

"No creo que la filantropía vaya a arreglar la inequidad que existe, ni tampoco los economistas que estudian ese tema", consideró Ian Simmons

"Pero las buenas intenciones de unos pocos no sustituyen las buenas leyes para todos. Que algunos escriban más cheques a la oficina del Tesoro no va crear un sistema de cuidados a los menores o un manejo revolucionario del cambio climático", agregó.

Pero tampoco quieren el dinero destinado a ciertos proyectos.

"Cómo destinar los recursos depende del gobierno, para eso están los impuestos. Existen cosas que me interesan a mí como individuo, pero esa concepción traiciona el propósito de que los impuestos beneficien a todos", aclaró Liesel Pritzker Simmons.

Ella está convencida de que están aprovechando un nuevo estado de ánimo entre los votantes: "Hemos visto un par de generaciones con la economía en decrecimiento, y no está funcionando".

El presidente de EE.UU., Donald Trump - quien una vez propuso un impuesto único a la riqueza para hacer frente a la deuda de Estados Unidos- anota que el comportamiento de los mercados bursátiles en Wall Street son evidencia de que las cosas están funcionando.

"Ese no es argumento muy convincente para la mitad de los estadounidenses que no tienen ningún acceso al mercado de la bolsa de valores", dijo Liesel Pritzker Simmons.

Para ella, los votantes, tanto republicanos y demócratas, están exigiendo cada vez más acciones, y eso le demostraría que las personas que dicen que el Congreso de EE.UU. nunca aprobaría un impuesto a la riqueza están equivocadas.

Y finalmente ella cree que la élite de Estados Unidos no sufrirá después de pagar un poco más.

"Seguiremos teniendo una vida increíblemente afortunada. Si este impuesto se considera una penuria, entonces creo que tenemos bastante suerte", concluyó.


 

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