La policía británica ha "capturado a gran parte" de la red terrorista que se cree está detrás del atentado de Manchester que causó la muerte a 22 personas el lunes pasado, según informó este viernes el más alto funcionario de lucha contra el terrorismo en Reino Unido.

El comisionado asistente de Operaciones Especiales en la Policía Metropolitana, Mark Rowley, dijo que las autoridades han hecho "arrestos y hallazgos significativos" en la investigación sobre los posibles contactos del atacante Salman Abedi, quien hizo explotar un explosivo en una sala de conciertos de Manchester.

Las autoridades han logrado un "inmenso" progreso y se prevén más arrestos, según Rowley.

De 10 personas detenidas hasta ahora, dos fueron puestas en libertad y las restantes ocho, todos hombres de entre 18 y 38 años, siguen en custodia policial bajo sospecha de estar involucrados en el atentado.

Abedi, de 22 años, era conocido por los servicios de seguridad, pero el nivel de riesgo en el que fue clasificado seguía siendo "objeto de revisión".

El ministro de seguridad Ben Wallace dijo a la BBC que había entre 400 y 500 investigaciones activas sobre unas 3.000 personas que podrían estar comprometidas con células de atacantes en Reino Unido.

La familia del atacante

En la capital de Libia, Trípoli, el hermano menor de Abedi, Hashem, de 20 años, y su padre, Ramadan, fueron arrestados por fuerzas especiales del Ministerio del Interior.

Un funcionario libio dijo que el hermano de Abedi sabía de su objetivo de llevar a cabo un ataque, pero no sabía su momento o lugar.

Un amigo de la escuela de Hashem, que no quiso ser identificado, dijo a la BBC que el hermano del atacante dejó la escuela cuando tenía 14 años para ir a combatir en Libia, lo que lo hizo "mucho más islámico" y lo motivó a vestirse como salafista.

En tanto, uno de los antiguos profesores de Abedi, Mark Roberts, dijo al Times Educational Supplement que su exalumno era un "muchacho antipático y medianamente perezoso" que se negaba a hacer sus tareas escolares a tiempo, pero no mostraba signos de ninguna tendencia radical.

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