El Parlamento británico celebró este martes dos importantes votaciones sobre el Brexit con resultados aparentemente opuestos.

El objeto de discusión era la ley de Acuerdo de Retirada, cuya promulgación es indispensable para que se concrete el acuerdo alcanzado por el primer ministro británico, Boris Johnson, con la Unión Europea el pasado 17 de octubre para la salida de Reino Unido del bloque europeo.

Tras horas de debate en la Cámara de los Comunes sobre la legislación propuesta, los parlamentarios se expresaron a favor (329 votos por 299) de continuar con una segunda lectura de la ley.

Sin embargo, en una segunda votación, los parlamentarios rechazaron el calendario de tres días propuesto por Johnson, con el que pretendía que la ley fuera aprobada el próximo jueves para así poder cumplir el plazo de salida de la UE previsto para el 31 de octubre.

Previamente, Johnson advirtió que buscaría la convocatoria de elecciones si no se aprobaba su calendario y la UE confirmaba una prórroga a la fecha de salida.

Tras la votación de este martes, sin embargo, aseguró que dejaría "en una pausa" el proceso hasta que la UE "anuncie sus intenciones".

"Debo expresar mi decepción porque la Cámara votó por el retraso en lugar de un calendario que garantizaba que Reino Unido pudiera abandonar la UE el 31 de octubre con un acuerdo", dijo el primer ministro tras la derrota.

"Ahora nos enfrentamos a más incertidumbre", aseguró.

"La UE debe decidir cómo responder a la petición del Parlamento de una prórroga. El gobierno debe tomar la única ruta responsable y acelerar los preparativos para una salida sin acuerdo", agregó.

Desafío de Johnson

En la apertura del debate parlamentario que dio pie a las votaciones, Johnson había advertido que el gobierno abandonaría la ley del Acuerdo de Retirada si los legisladores rechazaban su programa de tres días para su aprobación.

Johnson avanzó que, si se daba ese rechazo y la UE confirmaba una prórroga al plazo del 31 de octubre, él buscaría una nueva convocatoria de elecciones.

Según el primer ministro, el electorado británico "no se dejará engañar por otro retraso" y "no entenderá por qué es necesario".

Pero la decisión de limitar el escrutinio de la ley a tres días generó malestar entre los parlamentarios opositores, que calificaron la actitud de Johnson como un "chantaje infantil".

El líder de los Laboristas, Jeremy Corbyn, señaló que los parlamentarios estaban siendo tratados "como una molestia que necesita ser sobrepasada por el gobierno".

Por su parte, el portavoz de los Demócratas Liberales para el Brexit, Tom Brake, criticó la amenaza de retirar la ley y declaró: "Los parlamentarios no deben ser forzados a votar en favor de un calendario ridículamente corto".

Y el líder del Partido Nacional Escocés (SNP) en Westminster, Ian Blackford, dijo: "En lo que es una legislación absolutamente fundamental que va a tener un efecto sobre todos nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos por décadas, es necesario que podamos estudiarla bien y extraer todos los detalles".

Del otro lado, el conservador partidario del Brexit Iain Duncan manifestó: "Aquellos que dicen que no tienen suficiente tiempo porque hay muchas cosas que debatir deben recordar que un documento que contiene la mayoría de los elementos del acuerdo fue publicado y debatido el año pasado".

"La mayor parte de las cosas no ha cambiado", añadió.

¿Ofrecerá la Unión Europea una prórroga?

La derrota del primer ministro el pasado sábado en el Parlamento le obligó a enviar una carta a la Unión Europea para pedir una prórroga, aunque Johnson no firmó el documento.

En cambio, adjuntó una segunda carta en la que explicó su rechazo a una extensión del plazo.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo este martes ante el Parlamento europeo en Estrasburgo (Francia) que está consultando con los 27 líderes europeos cómo reaccionar a la solicitud de Reino Unido.

Tusk precisó: "Tomaremos una decisión en los próximos días".

"No dudo que tenemos que tratar la petición británica totalmente en serio", tuiteó.

Publicidad