México ve oportunidades en el Brexit. Brasil quiere un rápido tratado de libre comercio con el Reino Unido. Y países de Centroamérica o el Pacífico sudamericano ya firmaron acuerdos con Londres para proteger sus exportaciones.

A lo largo y ancho de América Latina, una inusual carrera está en curso para situarse en buen lugar ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) este 31 de enero y aprovechar los espacios que se puedan abrir.

A partir del 1º de febrero comienza un período de transición de 11 meses entre Londres y Bruselas, en el que mantendrán las mismas relaciones comerciales mientras buscan otro acuerdo.

Pero se espera que el gobierno británico inicie en simultáneo negociaciones formales con otros países para diversificar más su comercio a escala global, bajo el argumento de que fuera de la UE tendrá más flexibilidad para sintonizar sus intereses con los de terceros países.

Reino Unido ya anticipó su intención de incluir en su búsqueda de mercados alternativos al europeo a Latinoamérica, una región que según el primer ministro e impulsor clave del Brexit, Boris Johnson, fue descuidada por Londres durante mucho tiempo y ofrece "reinos de oro" para explorar.

"Si el gobierno del Reino Unido adopta una estrategia después del Brexit que le permita desviarse de las normas y regulaciones de la UE, creo que eso le daría gran libertad para mejorar su comercio con los países latinoamericanos", dice Thomas Mills, director adjunto del Centro para la guerra y la diplomacia en la Universidad de Lancaster, a BBC Mundo.

Pero aún se desconoce si eso si esto ocurrirá realmente o si las ventajas que pueda encontrar Latinoamérica en este cambio superarán los costos en riesgos e incertidumbre del Brexit para la economía global.

"Salir a la delantera"

Reino Unido es la quinta mayor economía del mundo pero actualmente un mercado pequeño para el comercio latinoamericano: recibe apenas 0,65% del total de exportaciones de la región, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Brasil y México son los países latinoamericanos con mayor valor de intercambio total (exportaciones más importaciones) con el Reino Unido, por cerca de US$5.000 millones cada uno y con leves superávits recientes en las balanzas comerciales.

El gobierno británico ha incluido a Brasil y México como los únicos dos latinoamericanos entre los 13 países fuera de la UE donde el 1º de febrero lanzará una campaña para promocionar el comercio y buscar profundizar relaciones con "futuros socios globales".

Brasil coloca en las islas británicas apenas 1,3% de sus exportaciones de acuerdo a cifras oficiales.

Pero estudios privados señalan que el gigante sudamericano podría aumentar hasta 60% sus ventas a Reino Unido tras el Brexit si sus productos agrícolas tuvieran un tratamiento similar a los europeos, que actualmente ingresan sin aranceles a las islas británicas.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, informó que habló con Johnson este mes sobre las "excelentes perspectivas" de la relación bilateral.

Y el ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, indicó que su país podría ser uno de los primeros en alcanzar un acuerdo de libre comercio con el Reino Unido tras el Brexit.

"Nosotros queremos y ellos quieren", dijo Guedes tras reunirse con su par británico Sajid Javid la semana pasada durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.

Guedes sostuvo además que el acuerdo puede incluir a todo el Mercosur, bajo el supuesto de que acepte Argentina, que integra el bloque junto con Brasil, Paraguay y Uruguay: "Si ella no acompaña?", bromeó Guedes sin terminar la frase, según informaron medios brasileños.

Esas declaraciones fueron vistas como una señal de la competencia latinoamericana por posibles oportunidades que deje el Brexit.

"Brasil quiere salir a la delantera para aprovechar la salida del Reino Unido", dice Gustavo Segré, analista internacional y socio de la consultora Center Group en São Paulo, a BBC Mundo.

Bolsonaro ya ha tenido diferencias con su par argentino, Alberto Fernández, por las dudas que éste planteó sobre el reciente acuerdo entre el Mercosur y la UE, pendiente de ratificación parlamentaria.

Las cosas se podrían complicar más ahora ante la opción de buscar un rápido acuerdo separado con el Reino Unido.

"La duda es qué camino tomará Argentina en este tema y eso puede acelerar cualquier ruptura en la configuración del Mercosur como lo conocemos hoy", señala Segré. "Brasil le colocó una presión terrible a Argentina".

Oportunidades y riesgos

México, donde la inversión británica ocupa el octavo lugar, también ha mostrado interés ante el Brexit y en agosto acordó con el Reino Unido desarrollar una "ambiciosa" relación comercial bilateral.

"Todo ajuste debe llevarse hacia nuevas oportunidades", escribió entonces el vicecanciller mexicano, Julián Ventura, en el diario El Universal.

No obstante, el intercambio con Reino Unido supone menos de 1% del total del comercio exterior de México y se desconoce qué tipo de acuerdo buscarían ambas partes.

Al salir de la UE, Reino Unido dejará de estar incluido en los tratados de libre comercio que el bloque tiene con terceros países.

Debido a eso, el gobierno británico firmó el año pasado acuerdos comerciales con varias naciones para conservar de forma bilateral las preferencias arancelarias acordadas con la UE.

El primer país que firmó un acuerdo de este tipo con el Reino Unido fue Chile. Luego lo hicieron Perú, Ecuador, Colombia y las naciones de Centroamérica.

"Este acuerdo comercial es una pieza clave para que los flujos de comercio entre Ecuador, Colombia, Perú y Reino Unido no sólo puedan mantenerse sino proyectarse a futuro con un incremento sustancial", dijo en ese momento el ministro peruano de Comercio Exterior, Edgar Vásquez,

Si bien los flujos de capitales de Reino Unido también son menores en América Latina, la expectativa de algunos gobiernos es que los nuevos acuerdos canalicen además inversiones de empresas británicas en áreas como tecnología o energía.

Claro que hay que ver si todas estas expectativas de mejores oportunidades bilaterales se cumplen en la práctica. Por ahora, son sólo palabras y el hecho de que Reino Unido prevea buscar un importante acuerdo comercial con Estados Unidos puede restarle interés en Latinoamérica.

Por otro lado, nada elimina por completo los riesgos que la salida de Reino Unido de la UE acarrea en términos económicos.

"El Brexit puede afectar a la región de manera indirecta, en la medida en que afecte negativamente la economía de la Unión Europea y el comercio internacional y prolongue por un tiempo mayor la incertidumbre y la volatilidad de los mercados cambiarios, financieros y bursátiles", señaló un informe de la Cepal en octubre.

"En tal escenario, la región podría verse afectada por menores flujos de inversión extranjera directa desde Europa y un incremento de los costos de los préstamos si se fortalece el dólar", añadió.

¿Una nueva relación?

Reino Unido está muy lejos de ser hoy el actor protagónico que fue para América Latina hasta mediados del siglo 20, ya sea en el plano económico o político.

Sin embargo, tras una gira por Sudamérica en mayo de 2018, Johnson planteó "fortalecer la relación de Reino Unido con los países de la región" y sugirió que el Brexit daría más flexibilidad para alcanzar acuerdos comerciales.

"Para América Latina y para Reino Unido existen reinos de oro a ambos lados del Atlántico. Todo lo que necesitamos ahora es redescubrir ese espíritu global", escribió entonces Johnson en el diario The Telegraph.

También conjeturó que el desinterés británico en la región creció a partir de las negociaciones para el ingreso de Reino Unido a la Comunidad Europea en 1973: "Se podría argumentar que en las décadas siguientes nos volvimos más eurocéntricos y menos instintivamente globales que antes; y simplemente perdimos el foco en América Latina", sostuvo.

Sin embargo, también hubo otras razones detrás de ese fenómeno, como la pérdida de poder e influencia británica en todo el mundo durante el siglo XX o el hecho de que EE.UU. se volvió más predominante en América Latina, advierte Mills, que ha investigado el tema.

A su juicio, el Reino Unido podría estar más activo en la región tras el Brexit, aunque nunca llegue a recuperar su peso de antaño.

"Si quiere seguir ese tipo de estrategia británica global, tendrá que involucrarse en América Latina porque América Latina se volverá más importante en los asuntos internacionales", advierte Mills. "No va a ser un actor principal, pero creo que va a estar presente".


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