México aceptó que permanezcan en su territorio los que solicitan asilo en Estados Unidos durante el tiempo que dure el trámite.

Es una medida que el presidente Donald Trump planteó hace varios meses y que había sido rechazada por el anterior gobierno de Enrique Peña Nieto.

La decisión de aceptar a los peticionarios de refugio se toma "por razones humanitarias", dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.

Se trata de proteger a las personas migrantes, especialmente los menores de edad que viajen solos o acompañados.

Es la primera vez que un gobierno mexicano acepta oficialmente la estancia de extranjeros que solicitan asilo en Estados Unidos.

La Cancillería informó del acuerdo una hora después que las autoridades estadounidenses comunicaron su intención de deportar a México a quienes pretendan refugiarse en su territorio.

"A las ocho de la mañana el gobierno de los Estados Unidos comunicó al gobierno de México que el Departamento de Seguridad Interna tiene la intención de implementar una sección de su ley migratoria que le permitiría devolver a extranjeros, no mexicanos, a nuestro país para que aguarden aquí el desarrollo de su proceso migratorio en Estados Unidos", señala el comunicado.

Sin embargo, esto no significa que México se convierta en un Tercer País Seguro para la migración, aclaró la SRE.

Bajo este esquema, los migrantes en tránsito estarían obligados a solicitar asilo en este país, y posteriormente hacerlo en Estados Unidos.

Nueva estrategia

Aceptar a quienes piden asilo en Estados Unidos forma parte de la nueva política migratoria del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es una estrategia que pretende proteger a las personas migrantes que ingresan al país, algo distinto a lo aplicado en el pasado, según asegura el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Tonatiuh Guillén.

"Pasamos de un escenario donde dominaba una imagen de contención migratoria y de la seguridad como eje sobre el que se articulaban las iniciativas", dice el funcionario.

En esa ruta camina el acuerdo anunciado este jueves por la SRE. Los solicitantes de asilo permanecerán en México "bajo la condición de estancia por razones humanitarias".

"Tendrán derecho a un trato igualitario sin discriminación alguna y con el debido respeto a sus derechos humanos, así como la oportunidad de solicitar un permiso para trabajar lo que les permitirá solventar sus necesidades básicas", añade.

El acuerdo de este jueves también contempla un esquema de coordinación con el gobierno estadounidense, para facilitar que los migrantes puedan asistir a las audiencias de su proceso de asilo.

El gobierno mexicano se compromete, además, a garantizar el acceso "sin interferencias a información y servicios legales, así como prevenir fraudes y abusos".

Según especialistas, la nueva política migratoria de México es un cambio radical, pues pasa de un esquema policial a uno que protege los derechos humanos.

Así lo cree Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

"Vamos a dejar atrás la política de discriminación, de estigmatización y de criminalización a los migrantes para establecer una política de derechos", señaló.

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