Durante los primeros meses de la pandemia, Australia parecía estar bien encaminada a contener la covid-19.

Sin embargo, desde junio, nuevos brotes en Melbourne, la segunda ciudad más grande del país, comenzaron a hacer sonar las alarmas.

Se sospecha que todo comenzó con problemas en la cuarentena en hoteles de los viajeros llegados del extranjero.

Por ello, la capital del estado de Victoria (sureste) decidió a principios de julio retomar las medidas de restricción al menos hasta mediados de agosto.

Los pobladores de Melbourne, desde que se adoptó esa decisión, solo pueden abandonar sus casas para propósitos esenciales y el uso de máscaras es obligatorio.

Hasta esta semana, Melbourne había reportado más de 10.500 casos y 113 muertes, y son cientos de casos los que se reportan cada día en la ciudad de cinco millones de habitantes.

El 30 de julio se registraron 723 contagios y este 31 de julio 627 en todo el estado, la mayoría de ellos producidos en Melbourne. Se trata de los números más altos desde que comenzó la emergencia sanitaria en esa región.

Además, las cifras son superiores a las previsiones que realizaron los funcionarios de salud australianos.

¿Qué fue lo que pasó? Todavía no existe una respuesta completa, pero esto es lo que se sabe hasta ahora.

¿Cómo es la situación de Australia?

Durante julio se confirmaron más de 9,000 casos en el estado donde se encuentra Melbourne, cerca de la mitad del total que tiene Australia desde que comenzó la pandemia.

En otros estados del país como Nueva Gales del Sur, donde está Sídney, y Queensland, buena parte de las zonas de brote fueron identificadas y contenidas rápidamente.

En Victoria, en cambio, los mayores problemas se extendieron desde hogares de ancianos, fábricas, escuelas, hoteles y urbanizaciones.

Con frecuencia, además. las personas contagiadas fueron aquellas que no podían trabajar desde casa.

El brote también parece tener relación con aquellos que realizan trabajos informales o desempeñan múltiples empleos, señalan los virólogos.

¿Las personas están rompiendo las reglas?

El gobierno de Victoria advirtió que muchas personas están haciendo algo incorrecto, como ir a trabajar mientras están enfermas.

"Junto con la transmisión comunitaria, eso es lo que hace que los casos crezcan y crezcan", señaló el primer ministro estatal Daniel Andrews.

La semana pasada, la autoridad informó que más de la mitad de las personas recién infectadas no se habían autoaislado mientras esperaban las 48 horas para obtener el resultado de sus pruebas.

Nueve de cada diez no llegaron a hacerse la prueba inmediatamente después de sentir los primeros síntomas de coronavirus.

Andrews añadió que hubo casos de personas que ignoraron las restricciones con el argumento de que sus derechos humanos son violados.

Esta clase de posturas provocó fuertes reproches desde las autoridades australianas.

El primer ministro también reconoció que, en muchos casos, hubo personas que rompieron las reglas porque creían que no podían permitirse el lujo de tomar una licencia médica.

La autoridad insistió en que existe un bono de licencia médica creado específicamente para pacientes con covid-19.

¿Hay suficientes datos?

Las últimas cifras récord representan en su mayoría a personas que contrajeron la infección en las últimas dos semanas, con la segunda cuarentena ya en marcha.

Sin embargo, los expertos señalan que es difícil cuantificar el éxito o fracaso de las restricciones cuando existen otros factores de transmisión que no son medidos.

Señalan que está claro que la transmisión de personas asintomáticas ocurre, pero se desconoce su dimensión.

Los altos números también sugieren que el virus llegó a Melbourne antes de lo que se pensaba y se mantuvo.

Por ello, y la falta de mayor información, no se pueden sacar muchas conclusiones, señala John Mathews, profesor de la Universidad de Melbourne.

"Debe haber más transparencia. Realmente no sabemos qué datos se recopilan y qué tan bien respaldan las políticas actuales", afirmó.

Otro factor que genera interrogantes es la efectividad de la respuesta del gobierno australiano.

Desde que comenzaron los brotes, Australia desplegó a millares de miembros del personal médico adicional hacia los puntos críticos identificados, pero la duda que persiste es ¿cuánto está ayudando eso?

¿Qué sigue?

Ante la emergencia, las autoridades decidieron revisar todos los datos disponibles sobre la nueva cuarentena para tener "claridad sobre lo que está sucediendo con este virus en este momento".

"Ese trabajo cuidadoso y dedicado sucederá este fin de semana y después tendremos más para decir", afirmó el primer ministro Andrews el viernes.

La autoridad señaló que se concentra de manera exclusiva en "vencer a esta cosa, este enemigo malvado y silencioso".

La mayoría de los expertos sostienen que una extensión de la cuarentena de Melbourne es muy probable e incluso que se puedan llegar a endurecer las restricciones.

De todas maneras, los expertos consideran que solo con una disminución sostenida de los contagios diarios durante más de una semana se podrá empezar a creer que la situación está mejorando.

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