Una dosis de la Bogotá de siempre volvió a las calles de la capital colombiana este viernes.

El tráfico, los vendedores de aguacates y los puestos de empanadas, entre tantas otras manifestaciones de una economía predominantemente informal, volvieron a las calles.

Aunque la cuarentena por el coronavirus se ha ido relajando durante el último mes, tanto en la capital como en el resto de Colombia, el viernes el gobierno nacional le dio una excusa a la gente para salir de sus casas: el día sin IVA.

Como parte de las medidas para reactivar la economía, el presidente Iván Duque decretó que durante tres días los colombianos no tendrán que pagar el Impuesto al Valor Agregado en una lista de poco más de 100 productos, la mayoría electrodomésticos.

El primero de los tres fue este 19 de junio; los siguientes serán el 3 y 19 de julio.

El jueves, Colombia vivió jornada con más contagios (3.171) y muertes (86) desde que empezó la pandemia. Hasta ahora, si se compara con Ecuador, Perú o Brasil, el país ha logrado mantener relativamente contenido al covid-19.

El viernes, entonces, los colombianos despertaron con dos noticias: el peor día de pandemia hasta ahora y aglomeraciones en comercios.

Acto seguido, una nueva ola de indignación en las redes sociales contra el presidente.

"Esfuerzo echado al traste"

Diego Acosta, un joven dueño de una ferretería en Bogotá, llegó a las 7 de la mañana a Alkosto, una cadena de bienes del hogar que, en este caso, está en la 68 con 68, en el occidente bogotano.

"Cuando llegamos, esto estaba full, fue un caos, no se sabía qué tocaba hacer y sí, hubo aglomeraciones pero más que todo afuera", asegura a BBC Mundo, mientras carga a una camioneta una televisión de 65 pulgadas que dice no necesitar, "pero tocaba aprovechar" el descuento.

A esa hora de la mañana en las redes sociales empezaron a verse videos y fotos de aglomeraciones en todo el país. Se añadían a las denuncias de que las páginas de internet de los negocios habían colapsado.

"Pero acá la cosa fue bajando con las horas y ya adentro sí era difícil que hubiera mucha gente porque entrábamos por turnos", explica el ferretero, que en efecto hizo fila, acompañado de vendedores ambulantes y medios de comunicación, durante toda la mañana.

Según el primer reporte del ministerio de Comercio, entregado a las 12PM, en todo el país se registraron 34 aglomeraciones de 80.000 personas en total.

"Se ha dado un crecimiento de por lo menos cinco veces las ventas a lo largo del día, en comparación a un día en situación de pandemia y por lo menos un 30% adicional respecto a un día normal antes de la pandemia", estimó el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo.

Las imágenes de gente aglomerada en espacios cerrados, quizá el peor incentivo para la propagación del virus, generaron críticas de la oposición y las mismas autoridades.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que todo el esfuerzo de la cuarentena ha sido "echado al traste" por una "decisión que no tiene sentido económico (distorsiona precios), social (contradice meses de pedagogía de cuidado) ni epidemiológico (provoca concentraciones cercanas en sitios cerrados)".

La alcaldesa, que se ha convertido en la principal opositora de Duque durante la pandemia, alude a dos aspectos económicos que generaron polémica antes del día sin IVA:

  • el aumento de precios indiscriminado por parte de los comercios, denunciado por varias organizaciones especializadas y ahora investigado por entes de control
  • y el impacto real que puede tener esta dosis de consumo en una economía que, según la Cepal, puede decrecer 2,6% en 2020, la peor recesión en una década.

Si la medida tuvo impacto económico o epidemiológico significativo, se sabrá en un par de semanas.

Pero la indignación que generaron las imágenes de aglomeraciones promete un debate que incluya, entre otras cosas, la petición de cancelar los otros dos días sin IVA.

"En redes solo se ve lo peor"

En Bogotá la alcaldía clausuró un comercio por falta de medidas de higiene, pero la mayoría de los casos de aglomeración se dieron en el resto del país.

De hecho, en las filas que recorrió BBC Mundo en cinco comercios de la capital colombiana entre las 9 y 12 del día había más orden, control y distancia social que caos.

En el centro comercial Unilago, especializado en computación, Johan Peña explicó que "acá la gente sabe qué es y cuánto vale lo que necesita comprar, entonces no se generan los desordenes de otros lados".

Estudiante de ingeniería, Peña necesitaba comprar un computador para continuar con su educación virtual y acceder a nuevos y más complejos programas de software.

"No es un capricho", le dice a BBC Mundo. "Las necesidades no entran en cuarentena y uno aprovecha el descuento para que salga un poco más barato", señala, seguido de una cola que tiene dos cuadras de larga, pero que respeta el metro de distancia entre una persona y otra.

De vuelta al Alkosto, un empleado de la tienda habla con BBC Mundo en condición de anonimato, "porque yo no soy el vocero de la empresa".

"Obviamente ha sido complicado -dice-, porque nos toca decirles a algunos que no pueden entrar por la edad y por la cédula", indica, en referencia a medidas gubernamentales que restringen la entrada a comercios de mayores de 60 años y limitan la circulación de personas un día de por medio dependiendo del número par o impar de la cédula.

"Pero aparte de eso, aunque ha sido un día tan intenso como el Black Friday de diciembre, no hemos tenido aglomeraciones grandes", señala el empleado.

"Pero es que claro, en las redes nadie va a grabar un video de una gente tranquila haciendo una fila con distanciamiento social".

"En las redes solo se ve lo malo y la gente ya cree que todo es así".

 

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