Son solo 14, pero de ellos depende gran parte de la seguridad alimentaria del mundo.

Se trata de puertos y puntos de comercialización en el planeta que son clave para la compra-venta y distribución de alimentos, según un reciente informe de Chatham House, centro de estudios con sede en Reino Unido.

Tres de ellos se encuentran en América Latina.

Pero el cambio climático y las potenciales crisis podrían poner en peligro su función.

Protección

El informe, que estuvo a cargo de la, también advirtió que se necesitan tomar más medidas para proteger las principales rutas de transporte, como el Canal de Panamá, el Canal de Suez y el Estrecho de Turquía.

Casi el 25% de los alimentos del mundo se comercializan en los mercados internacionales.

Esto, dice el informe, hace que el suministro de alimentos y los precios sean vulnerables a crisis imprevistas o al cambio climático.

La infraestructura en estos puntos es en muchos casos vieja y se enfrentaría a dificultades para hacer frente a los desastres naturales que se esperan que crezcan mientras que el planeta se calienta, destaca el informe.

Sus autores también alientan a los gobiernos a invertir en infraestructura "resistente al clima" y a diversificar la producción y el almacenamiento de alimentos.

Dependiente

El informe da ejemplos de cuán dependiente es el mundo de este comercio:

  • Tres cuartas partes de las importaciones de maíz y trigo de Japón pasan por el Canal de Panamá.
  • Un poco más de un tercio de las importaciones de cereales para Medio Oriente y el Norte de África pasan a través de estrechos turcos, sin otra ruta marítima alternativa disponible.
  • Más del 25% de las exportaciones de soja circulan a través del estrecho de Malaca.
  • Las rutas de Brasil, el mayor exportador mundial de soja, están en riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra debido a las fuertes lluvias.
  • Los puertos de EE.UU. en la costa del golfo de California enfrentan oleadas de tormentas impulsadas por el aumento de los mares.
  • Los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo dependen de granos de la región del Mar Negro que son transportados a través de los puntos de comercialización de ferrocarriles y puertos rusos y ucranianos, del estrecho de Turquía y del Canal de Suez.

"Los riesgos crecen a medida que realizamos más interacciones comerciales entre nosotros y por la presencia del cambio climático", dice Laura Wellesley, una de los autoras del estudio.

Existen riesgos tanto para la seguridad alimentaria de los países importadores como para las economías de los exportadores de alimentos, agregó.

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