Duró unas tres horas y el espacio para América Latina fue muy reducido, pero cuando la región salió a colación un nombre destacó por encima de todos los demás: Nicolás Maduro.

El presidente venezolano recibió duras críticas en el tercer debate presidencial demócrata, celebrado la noche de este jueves en Houston (Texas), con la participación -juntos por primera vez- de tres de los favoritos a enfrentarse a Donald Trump en las elecciones de 2020: Joe Biden, Bernie Sanders o Elizabeth Warren.

En esta nueva ronda de discusiones entre los demócratas, el sistema sanitario en Estados Unidos fue lo que provocó los mayores enfrentamientos dialécticos, si bien los precandidatos también tuvieron tiempo para hablar sobre control de armas, el cambio climático o la inmigración.

Acerca de la política de EE.UU. hacia América Latina se habló poco. Solo las referencias a los inmigrantes que llegan a la frontera con México, en su mayoría centroamericanos, y Venezuela.

Sobre esto último, tampoco hablaron mucho tiempo y lo poco que se dijo fue para arremeter contra Maduro.

¿"Tirano" o "dictador"?

El nombre del mandatario entró por primera vez en el debate a preguntas de uno de los moderadores que pidió al senador Bernie Sanders, quien se define como socialista democrático, que explicara por qué rehúsa referirse al líder venezolano como "un dictador".

Sanders no usó esa palabra pero estuvo lejos de salir a defender al presidente venezolano: "Seré claro, cualquiera que haga lo que hace Maduro es un despiadado tirano".

El veterano senador insistió en que la cooperación internacional y regional es imperativa para conseguir "elecciones libres" en el país, para que los ciudadanos "puedan crear su propio futuro".

El guante no tardó en recogerlo el exministro Julián Castro, de madre mexicana: "Yo llamaré a Maduro dictador, porque es un dictador", enfatizó.

Pero la discusión de Venezuela no se limitó a las críticas a su presidente, también se habló de los que llegan de su país huyendo de la profunda crisis que vive o denunciando ser perseguidos políticos.

Castro también aprovechó para hablar de ofrecer a los venezolanos el llamado Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés).

El TPS es un programa por el que se permite que ciudadanos de países determinados, normalmente afectados por desastres naturales o conflictos armados, vivan y trabajen en EE.UU. durante un tiempo limitado.

"Yo me enfrenté a él"

Otro de los precandidatos demócratas "estrella", el exvicepresidente Joe Biden, se sumó más tarde a la discusión, volviendo al tema en medio de otro bloque temático.

"Conozco a Maduro. Yo me enfrenté a Maduro", destacó quien fuera el "número dos" del expresidente Barack Obama.

Biden también se refirió a la situación de los ciudadanos del país sudamericano: "Deberíamos permitir a la gente de Venezuela que vengan aquí".

En su intervención, también se refirió a Latinoamérica en su conjunto y destacó el plan de inversiones que impulsó durante su etapa en el gobierno.

En referencia a la situación de la región, Centroamérica fue un punto destacado, siendo uno de los enclaves principales de los que proceden los migrantes que arriban a la frontera sur del país y que, según las autoridades, ha provocado una "crisis".

"Tenemos una crisis en la frontera porque retiramos la ayuda a la gente de Centroamérica que está sufriendo. Tenemos que restablecer esa ayuda y ayudar a restablecer el Estado de derecho para que la gente no sienta la necesidad de huir para salvar la vida", consideró Elizabeth Warren, otra de las llamadas a ser la candidata presidencial demócrata.

"Tenemos una crisis creada por Donald Trump, que quiere sacarle provecho político", concluyó.

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