Este viernes 23 de julio, casi un mes después del colapso de Champlain Towers South en Surfside, en el límite con Miami Beach, los bomberos declararon el fin de la búsqueda de víctimas.

La caída del edificio el 24 de junio dejó 97 personas muertas y al menos una persona desaparecida.

El solar donde se levantaba el condominio ha quedado prácticamente limpio y, aunque aún se encuentran forenses en el lugar investigando entre las ruinas las razones del derrumbe, ya no hay oficialmente más cuerpos que buscar.

Después de un mes de hurgar entre miles de toneladas métricas de escombros, concreto y piedras -de los que no emergieron sobrevivientes excepto en las primeras horas tras la tragedia y solo se recuperaron cuerpos-, los equipos de rescate del condado de Miami-Dade abandonaron el lugar con destino a sus cuarteles donde, en una conferencia de prensa, se declaró el fin de la búsqueda.

"Obviamente es devastador", dijo el jefe del cuerpo de bomberos, Alan Cominsky, quien destacó que los hombres y mujeres de la institución trabajaron sin parar durante jornadas de 12 horas seguidas y acamparon todos estos días en el lugar de la tragedia.

Los funcionarios que hablaron en la conferencia se negaron a aclarar si todavía hay restos por identificar en manos de los forenses.

La última víctima

Familiares y amigos de Estelle Hedaya, una mujer de 54 años desaparecida en la tragedia, han pedido a las autoridades que no renuncien a encontrarla e identificarla.

"Solo quiero que mi hermana esté en paz y sea honrada como se merece", le dijo a la cadena de televisión CNN su hermano, Ikey Hedaya.

Una amiga de la familia, Leah Sutton, señaló a la agencia de noticias AP que los rescatistas merecen todo el reconocimiento por su trabajo, "pero después de que encuentren a Estelle".

Las autoridades han identificado a 97 víctimas: 96 personas que fueron recuperadas del lugar colapsado y una que murió en el hospital.

Si Hedaya es finalmente hallada, el número de víctimas de Surfside ascendería a 98.

El colapso del edificio de 12 plantas generó serias dudas sobre la regulación a nivel nacional de las estructuras de estos condominios y desencadenó una ola de solicitudes de inspección de otras torres residenciales.

La última polémica se produjo hace unos días cuando el juez de Miami-Dade Michael Hanzman dio su visto bueno a la venta del terreno, con el objetivo de que se pueda compensar económicamente a las víctimas del derrumbe, tanto a las que sobrevivieron como a los familiares de las que perdieron la vida.

Soriya Cohen, quien perdió a su marido Brad en el derrumbe, aseguró en una entrevista con una televisión local no entender la decisión del juez.

"Ni siquiera puedo imaginar tal profanación. Imagínese si ese fuera su cónyuge, sus padres o sus abuelos y, para ganar dinero, se basaron en eso".

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