Cuando el estudiante australiano Alek Sigley desapareció en Corea del Norte la semana pasada, Canberra se dirigió a un país escandinavo a más de 15.000 km de distancia en busca de ayuda.

Suecia ha actuado durante muchos años como intermediario diplomático con la aislada dictadura; es lo que se denomina en el lenguaje diplomático un "poder de protección" para varias naciones occidentales.

Este jueves, se supo que las negociaciones para laborar al joven de 29 años habían sido exitosas. Todavía no está claro por qué fue detenido.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, agradeció la ayuda a Suecia, expresando su "profunda gratitud a las autoridades suecas por su inestimable asistencia".

Australia, al igual que la mayoría de las naciones occidentales, no tiene su propia embajada en el hermético país. Pero Suecia sí... y desde hace casi 50 años.

De hecho, fue el primer país occidental en establecer relaciones diplomáticas formales con Corea del Norte en 1973. Reino Unido, por ejemplo, no envió su primer embajador a Corea del Norte hasta el año 2002.

La negociación de la puesta en libertad de Sigley, quien estudia literatura coreana en la Universidad Kim II-sung de Pyongyang, no supuesto la primera ocasión en que Suecia ayudó a otros países en asuntos diplomáticos delicados.

El país escandinavo representó en el pasado los intereses británicos en Irán cuando las relaciones con Teherán se rompieron, incluso en 1989, cuando el líder supremo de Irán emitió una fatua (o ley islámica) ordenando a los musulmanes a matar al novelista Salman Rushdie.

Una historia de neutralidad

El papel especial de Estocolmo se basa en una larga tradición de neutralidad. Esto se remonta a principios de siglo XIX, cuando Suecia adoptó la posición de que era mejor estar libre de alianzas militares en tiempos de paz para que pudiera permanecer neutral si la guerra estallaba.

Eso significó que durante la Guerra Fría entre el bloque comunista y el capitalista Suecia trató de mantener una postura neutra.

También tomó una posición neutral respecto a la península de Corea. Al final de la Guerra de Corea e 1953, la Comisión de Supervisión de las Naciones Neutras (NNSC, por sus siglas en inglés) -compuesta por Suecia, Suiza, Polonia y Checoslovaquia- , se creó para supervisar el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea.

Tras la caída de la Cortina de Hierro, Corea del Norte expulsó a los observadores polacos y checoslovacos en los años 90.

"Pero los suizos y suecos todavía seguían allí. Eso hizo que ambos países asumieran un papel más importante en Corea", le dijo a la BBC Fyodor Tertitskiy, experto en Corea del Norte.

Prisioneros liberados

El papel de Suecia como intermediario con Pyongyang ha incluido el manejo de asuntos consulares para Estados Unidos.

"Suecia acordó con Estados Unidos representar el interés consular de [sus] ciudadanos en la RPDC (República Popular Democrática de Corea)", le dijo el año pasado la exdirectora de misión adjunta en la embajada sueca en Pyongyang, Martina Aberg Somogyi, al sitio de noticias sobre Corea del Norte NK News.

"Si nos enteramos de que un ciudadano estadounidense necesita ayuda, le ofreceremos lo mejor que podamos y trabajaremos tan duro como podamos para resolver la situación".

Washington -al igual que Canberra- no tiene ni embajada ni consulado para Corea del Norte, y Suecia actúa como un "poder de protección".

Antes de la histórica cumbre Trump-Kim en Singapur en 2018, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte incluso viajó a Suecia para celebrar conversaciones.

Suecia también ha ayudado a menudo en la liberación de ciudadanos estadounidenses retenidos en el país asiático.

El caso reciente de más alto perfil fue el del estudiante estadounidense Otto Warmbier, quien fue encarcelado en Corea del Norte en 2016 tras ser acusado de robar un cartel propagandístico durante una gira organizada.

Estuvo 17 meses detenido y luego murió días después de ser devuelto a Estados Unidos en estado de coma.

Somogyi dice que ayudar a ciudadanos extranjeros fue "definitivamente uno de los trabajos más desafiantes que mis colegas y yo hemos realizado a nivel profesional, pero también personal".

Vida diplomática en Pyongyang

El papel de Suecia en Corea del Norte no se limita a ayudar a occidentales en peligro.

También desempeña otras funciones, como la aplicación de la ayuda humanitaria sueca en Corea del Norte y la emisión de visas a los residentes de Corea del Norte que viajan al espacio Schengen de Europa (el área que comprende a los 26 países que abolieron los controles fronterizos en las fronteras internas).

Actualmente, hay dos diplomáticos suecos que trabajan a tiempo completo en Pyongyang.

Pero quienes han trabajado en la embajada dicen que todavía falta entendimiento mutuo entre los norcoreanos y los suecos.

"Las nuevas iniciativas e idas siempre son recibidas con profundas sospechas", le dijo a NK News en 2015 el diplomático sueco August Borg

"Incluso si solo queremos visitar un proyecto que Suecia está financiando, se necesitan hacer los preparativos con mucho tiempo por delante".

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