Como futbolista internacional, entrenadora y aspirante a árbitro, Eudy Simelane le dedicó su vida al deporte.

También fue una de las primeras mujeres abiertamente homosexuales en su municipio de Kwa-Thema, en Sudáfrica, y una conocida activista LGBT +.

Pero debido a su sexualidad, Simelane fue brutalmente violada y asesinada en 2008, cuando solo tenía 31 años.

Esta es la historia de su vida y cómo el legado de su muerte sigue impactando a la sociedad sudafricana.

"Era un diamante"

Simelane nació el 11 de marzo de 1977 en Kwa-Thema, un municipio de la provincia de Gauteng, al sureste de Johannesburgo.

Su interés por el fútbol comenzó cuando tenía solo cuatro años, y le exigía asu hermano Bafana que la llevara a practicar con él a pesar de que entonces no era un deporte comúnmente jugado por mujeres.

La pasión pronto se convirtió en dedicación y Simelane perfeccionaba sus habilidades a diario.

"A las cinco de la mañana ya estaba en el gimnasio; el fútbol era su favorito y su prioridad", recordó su difunta madre, Mally, en un evento conmemorativo en 2016.

Apodada 'Styles' porque era zurda, la mediocampista pronto se unió a su equipo local, Kwa-Thema Ladies, ahora conocido como Springs Home Sweepers.

Y como le dijo su padre, Khosto, al Servicio Mundial de la BBC en 2018, su talento pronto la convirtió en una jugadora popular.

"Todos el mundo iba a la cancha cuando ella jugaba, la número seis", contó.

Springs Home Sweepers ha producido una serie de estrellas, incluida Janine van Wyk, la futbolista más internacional de Sudáfrica y capitana de la selección nacional popularmente conocida como "Banyana Banyana", que significa "las chicas".

Y Simelane también jugó varias veces para la selección nacional, entrenó a cuatro equipos juveniles locales y quiso clasificar para convertirse en la primera árbitra de su país.

Activista por la igualdad de derechos y el cambio social, fue una de las primeras mujeres en declararse lesbiana en Sudáfrica.

"En el deporte, ella era un diamante, anotaba goles hermosos. Era una persona maravillosa, inteligente, todo. El paquete completo. Eudy lo tenía todo. Era juguetona y le hacía bromas a los demás. Eso es lo que extraño de ella ", dijo su hermano, Bafana, en un evento conmemorativo en 2020.

"Asesinatos correctivos"

El 27 de abril de 2008, el cuerpo de Simelane fue encontrado en un arroyo a solo unos cientos de metros de su casa en Kwa-Thema.

Los informes indicaron que dos hombres se le habían acercado después de salir de un pub, la habían violado y luego apuñalado repetidamente.

Su muerte impactó a muchos, pero los activistas recordaron que muchas lesbianas en Sudáfrica han sido blanco de la mal llamada "violación correctiva', un crimen en el que el perpetrador tiene como objetivo "curar" a la víctima de su homosexualidad, convirtiéndola en heterosexual.

Thato Mphuthi se declaró culpable de la violación y asesinato de Simelane en febrero de 2009 y fue condenado a 32 años de prisión.

En septiembre siguiente, Themba Mvubu también fue declarado culpable de los delitos y condenado a cadena perpetua.

Cuando los periodistas lo interrogaron en el tribunal, respondió: "No lo siento".

"Les abrió los ojos a muchos"

La sexualidad de Simelane la puso en una posición vulnerable. Y como le dijo su madre a la BBC, "toda Sudáfrica sabía que Eudy era lesbiana".

De hecho, la desafortunada realidad es que la historia de Simelane no es única: es una de las muchas víctimas de crímenes horribles similares en Sudáfrica.

Un año antes de su muerte, Sizakele Sigasa, activista por los derechos de las mujeres y los homosexuales, y su amiga Salone Massooa, fueron abucheadas afuera de un bar y llamadas "marimachos". Luego fueron violadas en grupo, torturadas y asesinadas a tiros.

Pocos años después del asesinato de Simelane, Noxolo Nogwaza, una lesbiana de 24 años, fue encontrada golpeada y lapidada hasta la muerte en el mismo municipio donde vivía Simelane.

Todo a pesar de que, como país, Sudáfrica estuvo a la vanguardia de los derechos del mismo sexo, convirtiéndose en la primera nación africana en despenalizar la homosexualidad, en 1998.

El país también legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2006, siete años antes de que se aprobara la ley en Reino Unido y dos años antes de la trágica muerte de Simelane.

Sudáfrica, sin embargo, todavía tiene el mayor número de casos de violación per cápita registrados a nivel mundial.

Y, dentro de estos, abundan las jóvenes lesbianas negras víctimas de "violación correctiva" en los municipios sudafricanos.

Según los datos publicados en 2017, es probable que el 49% de los miembros negros de las comunidades LGBT + en el país conozcan a alguien que haya sido asesinado por ser LGBT +, en comparación con el 26% de los miembros de la comunidad blanca.

Y la mayoría de las veces, los perpetradores de estos horribles ataques no son procesados ??por sus acciones.

El caso de Simelane, sin embargo, es una excepción. Su perfil y su historia cautivaron a la nación y llamaron la atención sobre el tema de la "violación correctiva".

Después de la muerte de Simelane, su madre Mally jugó un papel decisivo en la lucha para cambiar las opiniones de sus comunidades sobre la homosexualidad, utilizando su fe metodista como plataforma.

Mally se unió a su pastor local, Smadz Matsepe, en una lucha por cambiar las actitudes hacia las personas LGBT + en la sociedad. Estaba totalmente comprometida con la lucha contra los prejuicios hasta su fallecimiento en 2019.

"Abrió los ojos de muchos y nos desafió a lidiar con el tema LGBT +", le dijo Matsepe a la BBC.

Y sobre el arroyo en Kwa-Thema que pasa junto al campo de fútbol, donde se encontró el cuerpo de Simelane se construyó un puente donde todavía puede verse su rostro impreso, pues fue construido "como un recordatorio de la libertad, la dignidad y la igualdad para todos", según el Proyecto de Igualdad de Lesbianas y Gays.

Otra iniciativa que se puso en marcha con el objetivo de cambiar las actitudes sociales fue la lección conmemorativa Eudy Simelane, una conferencia anual que es una colaboración entre diferentes organizaciones y la familia de Simelane y tiene como objetivo cambiar las actitudes hacia las personas LGBT +, particularmente dentro de algunas comunidades religiosas.

Estas organizaciones reconocieron que para que se produjera un cambio social significativo, las comunidades religiosas debían adoptar una nueva perspectiva sobre las relaciones y el matrimonio entre personas del mismo sexo, de modo que las personas no pudieran intentar utilizar motivos religiosos para justificar la violencia contra las personas LGBT +.

"La historia de Eudy es un ejemplo de lo que les sucede a muchas familias y comunidades religiosas, pero el problema de gente de fe que es LGBT + a menudo es negado o invisible", le dijo a a BBC Charlene van der Walt, profesora de la Universidad de KwaZulu-Natal y subdirectora del Centro Ujamaa, una de las organizaciones involucradas.

La conferencia también es una oportunidad para estimular conversaciones en torno a las comunidades LGBT +.

Según Van der Walt es especialmente importante continuar esta conversación durante la pandemia de Covid-19, donde las personas LGBT + son "vulnerables" porque a menudo se encuentran "en un entorno familiar que no acepta" su sexualidad.

"Hemos dado un gran salto en la dirección correcta", dijo.

"La historia se repite, así que ahora esta conferencia es reveladora para la comunidad y otras familias de que no deben tomarla como una maldición que alguien sea gay, lesbiana o transgénero", dijo por su parte en la conferencia de 2020 el hermano de Eudy, Bafana.

Y aunque la muerte de Simelane fue una indudable tragedia, envió un mensaje importante a toda Sudáfrica y fue un catalizador para que estos proyectos y conversaciones tuvieran lugar.

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