El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, prometió fuertes medidas contra Corea del Norte, después de que su partido obtuviera una decisiva victoria en la Cámara Baja tras las elecciones del domingo.

El líder señaló que trabajará junto a Estados Unidos, China y Rusia para lidiar con Pyongyang y que usará una diplomacia fuerte y resuelta para enfrentar la amenaza que representa Corea del Norte.

El Partido Liberal Democrático (PLD) ganó más del 65% de los curules de la Cámara Baja, lo cual le da a Abe el apoyo político que necesita para cambiar la Constitución con el objetivo de redefinir el rol de las Fuerzas Armadas de Japón.

Esto abriría el camino para que el líder pueda reformar la Carta Magna pacifista que rige en Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

El primer ministro había dicho anteriormente que la existencia de las Fuerzas Armadas del país fuera formalizada.

Sostiene que este planteamiento, que causa mucha polémica en Japón, tiene el objetivo de fortalecer la defensa de la nación asiática, algo que sus críticos dicen que es un paso hacia la remilitarización.

Abe había convocado elecciones anticipadas, en septiembre, para obtener un mandato superior con el objetivo de lidiar con la "crisis", incluyendo la creciente amenaza de Pyongyang.

Constitución

Al hablar después de que se dieran a conocer las encuestas de boca de urna, Abe dijo: "Como prometí en la elección, mi tarea inminente es tratar con firmeza a Corea del Norte. Para ello, se requiere una diplomacia fuerte".

Rupert Wingfield-Hayes, corresponsal de la BBC en Tokio, dice que la victoria de Abe se debe en parte a las acciones militares que ha llevado a cabo Pyongyang.

Apenas hace dos meses, la popularidad del primer ministro caía en picada tras verse envuelto en dos escándalos políticos, explica el corresponsal, pero se recuperó después de que Corea del Norte lanzó dos misiles que pasaron sobre la isla japonesa de Hokkaido.

La prensa informó que la coalición gobernante de Abe, conformada por el PLD con el partido Komeito, ganó 312 de los 465 escaños en la Cámara Baja.

Abe había anunciado que quería reformar una cláusula, conocida como el artículo 9, que hace que Japón renuncie a cualquier acto de guerra, lo que permitiría reconocer formalmente la milicia que hoy se conoce como "fuerza de autodefensa".

El mandatario dijo que cambiará el plazo establecido previamente para que en 2020 se concretaran los cambios. Así podría lograr más tiempo para "obtener el apoyo de tantas personas como sea posible" en este polémico objetivo.

Incluso si se aprueba una enmienda a la Constitución y se aprueba por ambas cámaras ?controladas por la coalición de Abe?, todavía tiene que ser sometida a votación pública en un referéndum.

El primer ministro logró hace dos años que se adoptara una reinterpretación de la Constitución para permitir que las tropas japonesas luchen en el extranjero bajo ciertas circunstancias, algo que provocó protestas generalizadas.

La victoria de Abe del domingo también se debe, en gran parte, al caos de los partidos de oposición de Japón.

En el período previo a la elección anticipada todos los ojos estaban puestos en el conservador Partido de la Esperanza que estaba recién conformado y dirigido por la carismática gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

Pero al final fue superado por el Partido Democrático Constitucional de centro-izquierda que surgió como la mayor fuerza de la oposición y que se opone al plan de Abe de modificar el artículo 9.

Koike, que estaba en París por un viaje de negocios durante la elección, dijo a la prensa que tomaba personalmente la responsabilidad por el resultado.

Los medios japoneses la citaron diciendo que sus "palabras y hechos" causaron "disgusto" a los votantes.

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