Uno contra todos y todos contra uno.

La última noche de la segunda ronda de debates demócratas en Detroit este miércoles estuvo otra vez salpica de promesas y discursos, pero la mayoría de las críticas y los raspones de la noche tuvieron un factor común: Joe Biden.

A medida que continúa como favorito en las encuestas, el exvicepresidente de Estados Unidos durante la era de Barack Obama se volvió también el centro de la diana de otros nueve candidatos que también contienden por la candidatura de su partido en las presidenciales de 2020.

En un debate marcado por puntiagudos comentarios sobre la atención sanitaria y la situación en la frontera, Biden pareció pasar por unos rayos X políticos en los que su pasado y sus decisiones lo siguieron como fantasmas, principalmente entre los candidatos que más hicieron sonar su voz durante las más de dos horas de discusiones.

Para muchos, desde el principio se veía lo que vendría.

Y es que los ojos estaban puesto en el encuentro entre Biden y la senadora por California Kamala Harris, tras los roces que tuvieron en el debate pasado.

Cuando los candidatos fueron presentados antes de las declaraciones de apertura, compartieron su primer intercambio de la noche.


Análisis de Anthony Zurcher, BBC Washington

El exvicepresidente llegó al debate de Detroit con una diana gigante en la espalda.

Harris le había sacado sangre con sus ataques en el primer debate y quien muestra cierta debilidad acaba recibiendo más ataques.

"Creo que los demócratas esperan un combate aquí y espero que lo tengamos", dijo Biden al comenzar el debate.

Pero la reacción de sus contendientes no se hizo esperar.

Harris lo cuestionó por sus políticas migratorias y luego, junto al senador Cory Booker cuestionaron su historial en la reforma de la justicia penal.

Recibió después disparos de Julián Castro sobre inmigración. Jay Inslee fue tras él por el tema del cambio climático. Kirsten Gillibrand cuestionó los comentarios que hizo sobre el lugar de las mujeres en el lugar de trabajo.

No tenía una página en blanco en ninguno de los puntos de análisis del debate.

Hubo varios momentos en los que se mostró dubitativo y atrancado al hablar, algo que caracterizó su primer debate. Sin embargo, montó una defensa vigorosa de su historial y políticas.

Hubo momentos en los que mostró el tipo de fuego que tuvo en el pasado.

Su actuación no responderá todas las preguntas sobre su edad y destreza política, pero más que estabilizó el barco de su candidatura.

Cuando Castro le preguntó si tenía las agallas para rescindir una ley que criminaliza cruzar la frontera ilegalmente, Biden respondió: "Tengo las agallas suficientes para decir que su plan no tiene sentido".

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