Tras la devastación que causó el huracán Dorian en Bahamas, los residentes del archipiélago sienten que no están recibiendo suficiente ayuda de parte de su gobierno.

La poderosa tormenta llegó el domingo 1 de septiembre a las islas Ábaco como huracán de categoría 5 y al día siguiente pasó a la isla Gran Bahama, como categoría 4.

Hasta la tarde de este lunes, los muertos que dejó el desastre se contaban en 45, según la Policía de Bahamas. Pero las autoridades esperan que la cifra aumente, ya que son muchos los desaparecidos.

Además, unas 70.000 personas necesitan comida y refugio, según Naciones Unidas y unas 3.500 personas han sido evacuadas a Nassau, la capital, ubicada en la isla Nueva Providencia, de acuerdo a la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias (NEMA) de Bahamas.

Mientras tanto, los residentes de las islas más afectadas aseguran que el gobierno no los está asistiendo ni está consiguiendo evitar los saqueos. Además, señalan en redes sociales que el número de muertos es mucho mayor que el que reportan las autoridades.

Sin embargo, las autoridades de Bahamas defienden su respuesta al desastre.

¿De qué se quejan exactamente los damnificados y cómo se está respondiendo a la emergencia?

Conteo de cuerpos

El periódico local The Bahamas Press informó este lunes que, según agencias de ayuda humanitaria en el terreno, el número de muertos que dejó Dorian podría dispararse a 3.000.

Para el diario, ese reporte pone en evidencia que el gobierno del primer ministro, Hubert Minnis, "ha liderado el peor y más caótico manejo de un desastre natural en la historia de las Bahamas".

Además, muchos isleños aseguran en redes sociales que ellos mismos ven cientos de cadáveres en las calles, es decir, muchos más de los que reconocen las autoridades.

Sin embargo, el ministro de Salud, Duane Sands, en entrevista con el diario The Miami Herald, rechazó las acusaciones de que el gobierno estuviera encubriendo el número de víctimas y dijo que la prioridad no era contar a los muertos.

"La prioridad es encontrar a las personas, a las que extrañan sus seres queridos; cuidar, brindar consuelo a los heridos, a los que sufren, esa es la prioridad. Poner comida en los vientres de las personas, agua en la garganta".

El funcionario dijo que estaban buscando a los desaparecidos con ayuda de perros, helicópteros de la Guardia Costera de EE.UU. y bomberos de Gainesville, Florida.

Además, el gobierno de Bahamas envió 274 policías y militares a Ábaco y 666 a Gran Bahama para ayudar a los afectados.

Un perro muerto sobre un automóvil

En Marsh Harbour, localidad de las islas Ábaco en la que el 90% de la infraestructura está dañada o destruida, los residentes se quejan de que la ayuda ha demorado demasiado en llegar.

"Hemos tenido que sacar la gasolina de los automóviles destruidos para transportar a las personas lesionadas. No hay comida, ni medicamentos ni agua", dijo Tepeto Davis, de 37 años, a la BBC. "Estamos sufriendo aquí y nadie se preocupa por nosotros".

Mat Morrison, enviado de la BBC a Ábaco, dice que los lugareños le advierten que hay cuerpos bajo de los escombros en Marsh Harbour, especialmente en los barrios marginales conocidos como Mudd y Pigeon Peas.

Los afectados "se preguntan por qué los funcionarios no han venido a buscar a todos los que perecieron", escribe Morrison.

"Mientras caminas por la ciudad, hay muy poco en términos de presencia oficial. De hecho, casi no hay nadie, solo unos lugareños dispersos mirando lo que alguna vez fueron sus hogares, o buscando alimentos o suministros", añade.

"Sobre el capó de un automóvil en una de las áreas más afectadas hay un perro grande muerto, intacto desde la tormenta. Su presencia habla de la falta de atención que esta área ha recibido desde que Dorian llegó a esta isla", detalla el periodista de la BBC.

Gobierno invisible

El exprocurador general de Bahamas Alfred Sears envió una carta al primer ministro Minnis el sábado en la que cuestiona las operaciones de rescate.

"Parece que no hay justicia para los pobres en las Bahamas", escribió. "Solo los funcionarios del gobierno, las compañías ricas, los heridos críticos, los ciudadanos estadounidenses o aquellos con medios o influencia están siendo evacuados de Ábaco".

Otros afectados dijeron a The New York Times que "la aparente ausencia del gobierno de las Bahamas ha sido deslumbrante".

"Cuando las carreteras entre los asentamientos aislados necesitaban ser limpiadas de árboles rotos y líneas eléctricas caídas, el trabajo fue realizado principalmente por ciudadanos comunes", aseguraron al periódico.

Deangelis Burrows, de 47 años, uno de los voluntarios, dijo al diario que no se le ve al gobierno por ningún lado.

"No sé si están en otro lugar de la isla, pero ciertamente no están aquí. Es irreal", señaló.

Sensación de abandono

Las autoridades de Bahamas sostienen que la falta de comunicaciones aumentan la sensación de que nadie atiende a la gente.

Minnis dijo, de acuerdo con la Agencia EFE, que comprende que haya un sentimiento de abandono, pero aseguró que a medida que las tareas de rescate estén más organizadas, alcanzarán a todos.

Carl Smith, portavoz de NEMA dijo que están haciendo todo lo posible para moverse de la manera más efectiva y eficiente posible.

NEMA detalló a The New York Times que habían desplegado "seguridad, alimentos, agua y otros recursos lo más rápido posible una vez que se dio la autorización para que los socorristas no estuvieran en riesgo".

En entrevista con el Miami Herald, el ministro Sands destacó la extensión de las islas afectadas como una dificultad para actuar más rápido.

"Abaco tiene 160 kilómetros de largo. Gran Bahama tiene casi 160 kilómetros de largo. Estamos hablando de 3.100 kilómetros cuadrados que deben cubrirse, paso a paso, con escombros. Es territorio hostil. Todavía hay inundación, caminos intransitables", señaló.

"No quiero ofender el honor y la memoria de las víctimas de Katrina pero recuerden cuánto tiempo les llevó llegar a las casas. Tomó semanas, si no meses, completar ese proceso", subrayó.

"Estamos hablando de una operación masiva de varias islas", dijo Sands.

"No pudimos aterrizar un avión hasta hace dos días. El puerto no estaba disponible debido a los escombros. La mayoría de vehículos fueron destruidos [...]. Necesito que la gente entienda la logística de esto".

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