La imagen del soldado Martín Moctezuma Luis Hernández llorando desconsoladamente se convirtió en una de las más icónicas del terremoto que golpeó a México el pasado 19 de septiembre.

El militar lloraba desconsoladamente luego de haber rescatado los cuerpos sin vida de una mujer, Samara, y una bebé, Sara Sofía, entre los escombros de una vivienda en Jojutla, una pequeña localidad al sur de Ciudad de México.

"Sentí una gran impotencia al ver tanto escombro. Mi prioridad era rescatarlas y sacarlas con vida. Sentí que pude haber hecho algo más para poder sacarlas con vida", dijo el soldado Luis Hernández a la prensa local.

"Yo soy padre de familia, tengo una hija, mi única nena, y pues no me gustaría estar ni un segundo en los zapatos del padre", lamentó.

Los zapatos de ese esposo y padre son los de Marco Gil Vela.

Cuando ocurrió el terremoto, Gil estaba trabajando en la ciudad de Cuernavaca y de inmediato se dirigió a ver a su familia a Jojutla, relata a BBC Mundo.

Un trayecto que solía hacer en 50 minutos en medio de esta emergencia se convirtió en una lucha desesperada de tres horas y media.

Al llegar a la casa de sus suegros, donde estaban su esposa y sus hijos, se encontró solo con su hijo Rafael, de 3 años, pero con la noticia de que su esposa e hija estaban debajo de los escombros.

"Una persona quebrada"

Más de cinco horas de trabajos terminaron con la recuperación de Samara y Sara Sofía sin vida.

Al recordar aquellos momentos, Gil dice que es "indescriptible" el temor que se siente cuando se tiene la muerte de frente.

Le entregaron primero el cuerpo de su bebé: "Ahí me quiebro y grito y lloro y la beso".

Pero explica cómo entre el dolor también encontró la empatía para darse cuenta de que un militar, un desconocido para él, estaba sintiendo mucha pena por su esposa y su hija.

"Era una persona quebrada, que se doblaba, realmente muy lastimado", dice Gil a BBC Mundo.

"Fue una imagen muy fuerte para mí. Mucho más fuerte que la que la todo mundo vio en redes sociales. Mis ojos nunca lo van a olvidar", añade.

En esos caóticos momentos, Gil ya no pudo darle las gracias a Luis Hernández, por lo que creó una publicación en Facebook, con la foto del soldado desconsolado, que en cuestión de horas fue compartida casi 400.000 veces.

"Gracias, porque sin saberlo me regalaste la oportunidad de despedirme de mi esposa e hija. Gracias, porque sin dudarlo arriésgate tu vida bajo los escombros y junto con los demás diste hasta el último esfuerzo para rescatarle", escribió Gil.

El reencuentro

La búsqueda del soldado se extendió durante varios días a través de medios de comunicación e internet.

El militar de 21 años, miembro del Ejército mexicano desde hace siete meses, estaba con sus compañeros atendiendo a los damnificados en el estado de Morelos cuando fue encontrado.

Asegura que él mismo perdió su casa en la localidad de Juchitán, Oaxaca, tras el terremoto del pasado 7 de septiembre que afectó severamente a la región del sureste de México.

Es por ello que sintió más cerca la pérdida de Gil Vela: "Me conmovió. Tengo una nena de 2 años y me trasladé a esa situación. Me imaginé que podría ser yo o algún familiar mío", dijo el soldado al canal de noticias Milenio.

"Ni por más fuerte que sea el adiestramiento que tenemos dejamos de ser seres humanos. Somos sensibles, tenemos sentimientos, tenemos familia", añadió.

El martes, Marco Gil Vela y Martín Moctezuma Luis Hernández se encontraron finalmente y pudieron intercambiar palabras y abrazos.

"Son sentimientos encontrados", reconoce Gil.

"Por una parte estoy triste por lo que pasó, nunca se va a olvidar; y por otra estaba contento por el hombre que me permitió darle una sepultura pronta a mi esposa. Muchas familias no tuvieron este privilegio".

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