Durante varios años, Ucrania y cuatro museos de Crimea han estado peleando por una colección de preciados artefactos de oro guardados en un museo holandés.

Varios centenares de artículos, entre ellos joyas antiguas, gemas y cascos, son objeto de la larga disputa legal.

Los artefactos fueron prestados a un museo en Ámsterdam, alrededor del mismo periodo en que fuerzas rusas se anexionaron Crimea, en marzo de 2014.

Esta anexión no es reconocida por Naciones Unidas ni la Unión Europea.

Desde entonces los artefactos permanecen en Holanda porque, tras la anexión, tanto los museos de Crimea como Ucrania empezaron a reclamarlos en el que se conoce como el "caso del oro escita", en referencia a los pueblos nómadas que vivían entre la costa norte del Mar Negro y el Caspio.

Los artículos están asegurados por valor de US$1,58 millones, según The New York Times.

El ministerio de Cultura de Ucrania no quiere que sean devueltos a los museos de Crimea que los prestaron, mientras que estos piden recuperarlos.

El museo Allard Pierson de Ámsterdam decidió suspender su obligación de devolverlos para evitar tener que pagar una indemnización en el futuro si los devuelve erróneamente a una de las partes, y afirmó que los guardaría hasta que hubiera una decisión judicial al respecto.

La exposición

"Nunca antes ha prestado Ucrania tantas piezas valiosas arqueológicas", decía el museo para presentar la exhibición en 2014.

La exposición, bajo el título de "Crimea: oro y secretos del Mar Negro", incluía artículos de cuatro pinacotecas de Crimea y una de Kiev, la capital de Ucrania.

Como parte de la misma se mostraron artículos encontrados en la tumba de una mujer que formó parte de la élite escita en el siglo I d.C.

El museo devolvió los artículos procedentes del Museo Nacional de Historia de Ucrania, pero todavía tiene en su posesión 572 objetos en disputa, según CBS News.

Entre los artefactos, calificados de "impresionantes" por la institución, había un casco ceremonial y una vaina de espada.

Los objetos revelan la rica historia de esta península, colonizada por los griegos en el siglo VII a.C.

"Crimea y el Mar Negro fueron y siguen siendo un importante cruce de caminos entre Europa y Asia", explicaba entonces el museo.

Y ponía como ejemplo una caja laqueada, procedente originalmente de China, que llegó a Crimea en tiempos de los romanos a través del Camino de la Seda.

Los argumentos

Los museos de Crimea mantienen que hay una conexión cultural mayor y más fuerte entre los artefactos y Crimea que entre estos y el estado de Ucrania y argumenta que tiene derecho sobre ellos.

Pero Ucrania dice que fueron sacados de su territorio ilegalmente.

El 14 de diciembre de 2016, un tribunal de distrito de Ámsterdam ordenó que se devolvieran los artefactos a Ucrania al formar parte de su "patrimonio cultural".

Crimea apeló la decisión y, el lunes de esta semana, los abogados de ambas partes presentaron sus argumentos finales.

Marielle Koppenol-Laforce, abogada que representa a los museos de Crimea, le dijo a NBC News que los artefactos fueron recuperados en suelo de Crimea como resultado de muchos años de trabajo arqueológico y que lo único que quieren los museos es poder "mostrar los tesoros".

Pero Maarten Sanders, una de las abogadas del estado de Ucrania, dijo que la anexión de Crimea fue declarada ilegal por Naciones Unidas y la Unión Europea, entre otros organismos internacionales, y que "esto implica que cualquier petición de artículos arqueológicos y herencia cultural de Crimea debe hacerse por parte de su estado soberano reconocido, que es Ucrania".

El museo, por su parte, declaró en marzo de este año que "no ha habido cambios en la posición tomada el 20 de agosto de 2015 de que no se considera con derecho para elegir en este tema", ya que el museo "no debe ser la parte que decida a quien se devuelvan los objetos en disputa", según un comunicado en su página web.

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