Todo comenzó con la denuncia que hizo una de las víctimas en una comisaria en Murcia, una ciudad en el sureste de España.

Así comenzó una investigación y un proceso judicial que duró meses y dejó al descubierto una organización que obligaba a jóvenes transexuales provenientes de Brasil a prostituirse en un apartamento en el centro de la ciudad.

"Las víctimas eran obligadas a consumir y vender sustancias estupefacientes", señala un comunicado de prensa del Ministerio del Interior de España.

"En ocasiones eran encerrados en las habitaciones impidiéndoles salir a la calle. Eran sometidos a continuas amenazas graves e incluso a agresiones físicas", según el documento.

Pero eso no era todo.

Engaños

Las víctimas también eran amenazadas con magia negra.

Redadas simultáneas realizadas por la policía en tres apartamentos de Murcia revelaron la existencia de objetos relacionados con la práctica de la santería.

"(Es una) Creencia muy arraigada entre las víctimas brasileñas y con las que se las habría podido coaccionar", indica el comunicado.

Los jóvenes llegaban a España bajo engaños e ilegalmente. El grupo estaba liderado por una persona de nacionalidad brasileña radicada en España que trabajaba con colaboradores en Brasil encargados de identificar y traficar a jóvenes vulnerables con dificultades económicas.

La víctima que realizó la denuncia explicó que un brasileño le costeó el viaje y, al llegar a España, fue obligado a prostituirse para pagar la deuda.

La Policía Nacional indicó que 13 personas vinculadas con la red fueron detenidas en cinco ciudades españolas.

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