El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, organizó un banquete de comida rápida en la Casa Blanca porque, debido al cierre parcial de gobierno, no hay personal en la residencia presidencial que se encargue de la cocina.

El líder el dio la bienvenida a los ganadores del campeonato nacional de fútbol americano intercolegial, el equipo Clemson Tigers, con más de 300 hamburguesas así como con papás fritas y pizzas.

"Debido al cierre parcial de gobierno, salimos y ordenados comida rápida estadounidense pagada por mí", dijo el líder a un grupo de reporteros.

Gran parte del gobierno federal no está operativo debido al cierre parcial.

La medida ha afectado a un estimado de 800.000 trabajadores públicos (incluyendo el personal de la Casa Blanca) quienes han tenido que tomar vacaciones obligatorias o están trabajando sin pago por un período récord de 24 días.

Todo por el muro

Trump se ha negado a aprobar el presupuesto federal al menos que se incluyan fondos para el muro que quiere levantar en la frontera con México.

Sin embargo, los demócratas han rechazado su pedido de US$5.700 millones para su ambicioso plan.

Alrededor de 25% del gobierno federal se mantendrá cerrado y empleados de diferentes sectores como los controladores de tráfico aéreo y los agentes del servicio secreto continuarán trabajando sin pago hasta que el plan de gastos sea acordado.

"Tenemos pizzas, 300 hamburguesas, muchas, muchas papás francesas, toda nuestra comida favorita", indicó Trump, quien fue el anfitrión del evento, celebrado el lunes, en el salón de Estado para comidas.

"Quiero ver lo que queda cuando nos vayamos porque no creo que vaya a haber mucho", añadió.

Cuando un reportero le preguntó cuál era su comida rápida favorita, Trump dijo que le gustaba toda.

"Si es estadounidense, me gusta. Todo lo que sea estadounidense", respondió.

No está claro cuánto pagó el mandatario por la orden, pero dijo que no quería posponer el evento por el cierre del gobierno.

Previamente, el lunes, Trump le había dicho a un grupo de agricultores en una convención de Nueva Orleans que continuará luchando por el muro que prometió.

"Cuando se trata de mantener a los estadounidenses seguros, nunca retrocederé", añadió.

El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos se convirtió este sábado en el más largo de la historia del país.

Es ya más largo que el que afectó a la administración de Bill Clinton entre diciembre de 1995 y enero de 1996.


 

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