Momentos antes de la llegada de María los habitantes arrancaron con sus pertenencias.

María llegó con vientos de hasta 225 kilómetros por hora.

Hace días que los albergues están abarrotados.

La gente se prepara abandonando sus casas.

Los primeros efectos se vieron en las calles cuando los árboles comenzaron a ser arrancados de raíz.

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