Uno de cada cuatro niños en el mundo está en riesgo de sufrir una lesión física o muerte tras un evento natural extremo como terremotos o ciclones.

Esa es la conclusión del informe "Riesgo Mundial 2018" que estudió los países con mayor riesgo de que un evento natural extremo conduzca a una catástrofe.

El informe analizó los riesgos de terremotos, tsunamis, ciclones, inundaciones y otros eventos naturales similares en 172 países -incluida toda América Latina y el Caribe- y la capacidad de las naciones para enfrentarlos, responder rápidamente y ofrecer ayuda a sus poblaciones cuando éstos ocurren.

Con la combinación de estos dos factores, afirma el documento, se calcula el riesgo de una catástrofe.

"El cálculo de esta fórmula toma en cuenta la exposición de un país a los riesgos naturales y su vulnerabilidad social", dice el informe.

"Los que están preparados, los que saben qué hacer cuando ocurre un evento natural extremo, tienen una mayor posibilidad de supervivencia", afirma el informe que publica anualmente el Instituto para el Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de Naciones Unidas, el centro de estudios alemán Bündnis Entwicklung Hilft, y el Insituto para la Ley Internacional para la Paz y los Conflictos Armados (IFHV) de la Universidad de Ruhr en Bochum.

Y agrega: "Las naciones que prevén la llegada de los riesgos naturales, que se están preparando para las consecuencias del cambio climático y que están ofreciendo los medios financieros que se requieren para ello, estarán mejor preparados para el futuro.

El país con menos riesgo es Qatar. El que corre más riesgo es Vanuatu, una isla en el Pacífico Sur. Los países que más riesgo corren en América Latina están todos en Centroamérica.

El informe "Riesgo Mundial 2018" destaca este año la forma como los niños están en mayor riesgo de sufrir lesiones físicas y muerte durante y después de los desastres naturales, y como muchas veces los derechos de los niños durante estos eventos se descuidan.

"En situaciones extremas como estas, los niños requieren mejor apoyo, por ejemplo, con el establecimiento de centros de protección infantil donde pueden recibir alimentos, atención y educación", afirma Peter Mucke, director ejecutivo del Bündnis Entwicklung Hilft.

Los principales hallazgos del informe:

  • Las regiones donde se encuentran los mayores focos de riesgo son: Oceanía, el sureste de Asia, América Central y el occidente y centro de África.
  • Entre los 172 países analizados, Vanuatu es el país con el mayor riesgo de una catástrofe. Tonga ocupa el segundo lugar y Filipinas el tercero. Estos tres países enfrentan un alto riesgo de quedar expuestos a eventos como ciclones y terremotos. Y al mismo tiempo muestran un alto nivel de "vulnerabilidad social".
  • La nación con menor riesgo de una catástrofe natural es Qatar, seguida de Malta y Arabia Saudita.
  • 13 de los 15 países con la mayor "vulnerabilidad social", en caso de un desastre natural, están en África.
  • Entre los 15 países que tienen mayor riesgo de una catástrofe natural hay tres latinoamericanos: Guatemala, Costa Rica y El Salvador.
  • Nueve países insulares aparecen entre los 15 países con el mayor riesgo de un desastre natural. Estos están particularmente expuestos a eventos como inundaciones, ciclones y aumento del nivel del mar.

Los 15 países con mayor riesgo de una catástrofe tras un evento natural extremo

1. Vanuatu

9. Bangladesh

2. Tonga

10. Fiji

3. Filipinas

11. Costa Rica

4. Islas Salomón

12. Camboya

5. Guyana

13. Timor oriental

6. Papúa Nueva Guinea

14. El Salvador

7. Guatemala

15. Kiribati

8. Brunéi Darussalam

 

Los 15 países con menor riesgo de una catástrofe tras un evento natural extremo

158. Singapur

166. Egipto

159. Noruega

167. Islandia

160. Estonia

168. Barbados

161. Suiza

169. Grenada

162. Israel

170. Arabia Saudita

163. Suecia

171. Malta

164. Luxemburgo

172. Qatar

165. Finlandia

 

El informe asegura que para reducir el impacto de los desastres tanto en los niños como sus familias se deben establecer programas de preparación para catástrofes y cooperación.

"La educación escolar de niños y niñas tiene un papel clave, tanto antes como después de un desastre, para prepararse y enfrentarlo" dice el documento. También menciona la importancia de las iniciativas globales de educación.

Asimismo, el informe "Riesgo Mundial 2018" subraya la importancia -y la responsabilidad de los gobiernos para las futuras generaciones- de fortalecer las estrategias de adaptación al cambio climático y el impacto de éste en los eventos naturales extremos.

"También es necesario el desarrollo de soluciones sostenibles a largo plazo, ya que los niños y las futuras generaciones tienen un derecho a un ambiente sano", afirma el informe.

Tal como afirma Pierre Thielbörger, director ejecutivo del IFHV: "La sequía en Europa este verano mostró una vez más que la preparación de las sociedades ante los eventos naturales extremos es clave".

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