"Quiero recuperar mi vida, los dos años 9 meses perdidos de estar con mis dos hijas, quiero terminar mi carrera y salir adelante", fueron las palabras de María Guadalupe Pereda tras salir de la cárcel en Ciudad Juárez, en Chihuahua, en el norte de México.

Mary, como se le conoce, estaba a 3 meses de cumplir la sentencia de 3 años que recibió por dar muerte a su pareja, el abogado Carlos Balderas. La semana pasada un tribunal la absolvió por unanimidad al reconocer que actuó en legítima defensa.

El caso fue celebrado por distintas organizaciones de derechos de la mujer, que la recibieron como "un gran logro para Mary y para las mujeres de Ciudad Juárez y de México", en palaras de Yadira Cortés, de Red Mesa de Mujeres, una ONG que defendió el caso.

Las expertas dicen que la sentencia puede sentar un precedente y ser un avance en el acceso a la justicia de las mujeres, al reconocer su derecho a defenderse y que el sistema de justicia debe funcionar con perspectiva de género.

Mary, como es conocida, no es victimaria, sino sobreviviente, dicen sus abogadas.

"Ella no disparó. Repelió la agresión", asegura Cortés. Además dice que, el sistema judicial debió haber considerado desde un principio el contexto: no se trató de un ataque puntual, Mary vivía en desigualdad de circunstancias y era maltratada constantemente por Carlos.

Los hechos ocurrieron el 14 de octubre de 2015 en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el norte de México, cuando ella tenía 19 años y él 38.

El primer disparo hizo un agujero en la pared. El segundo lo mató.

La sentencia de hace un año dictaminó que fue "homicidio en riña con agravante de provocada", es decir que lo asesinó.

Sin embargo, un tribunal de segunda instancia analizó el caso y determinó la semana pasada que Mary actuó en defensa propia y la dejó libre.

La acusación había pedido que Mary recibiera más años en prisión.

El caso es tan emblemático que había sido presentado ante el Comité CEDAW de la ONU, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

"El caso de María Guadalupe fue una tentativa de feminicidio. Se salvó de ser otra de las mujeres asesinadas, como pasa en la gran mayoría de los casos. Ella fue la excepción", explica a BBC Mundo Verónica Altamirano, la abogada que llevó su caso.

Las muertas de Juárez

No es un dato tangencial que haya pasado en Ciudad Juárez.

Esta ciudad es tristemente conocida en el mundo por sus "muertas", los cientos de asesinatos de mujeres que se han documentado en los últimos 20 años.

Red Mesa de Mujeres ha registrado 967 feminicidios desde 2010.

Altamirano dice que la sentencia que había acusado a María Guadalupe de homicidio es un mensaje para las mujeres: "aunque vivas en un contexto de violencia no te defiendas. Mientras no estés muerta te van a criminalizar".

María Guadalupe era una madre soltera de 17 años cuando conoció al abogado Carlos Balderas, de 36 en el McDonald's donde ella trabajaba.

Él le ofreció trabajo como su secretaria. Después de un tiempo se fueron a vivir juntos y tuvieron otra hija.

María Guadalupe dejó de trabajar y empezó a estudiar criminología.

La violencia comenzó al poco tiempo.

En su declaración, María Guadalupe cuenta que, cuando estaba embarazaba, le decía que la hija no era de él. También la celaba, le escondía la ropa que no le gustaba que usara y le revisaba el teléfono.

Versiones distintas

Carlos consumía alcohol, marihuana y cocaína por varios días seguidos, lo que duraban sus fiestas. Tenía una pistola de uso exclusivo del ejército. Además, tenía antecedentes penales, entre ellos por amenazas y fraude.

La fiscalía no niega esto, pero dice que estaba enfermo de adicción. Y que María Guadalupe también lo maltrataba, psicológica y físicamente. Que era celosa y posesiva.

La fiscalía aseguró a BBC Mundo antes del último veredicto que Mary es culpable. Después del veredicto no quiso conceder otra entrevista.

Las abogadas de Mary dicen que no pudo denunciar a Carlos por miedo.

"La amenazaba diciendo que no él le iba a pasar nada. Incluso un día que la intentó ahorcar llegaron patrullas y le tomaron fotos y declaración y lo tendrían que haber detenido, pero al otro día él regresó a la casa como si nada", dice la abogada de María Guadalupe.

El día de la muerte

Ese día María Guadalupe le dijo a Carlos que iba a la casa de una compañera a hacer una tarea en equipo.

Discutieron porque Carlos no quería que fuera. Al final, dijo que la llevaría para ver si era verdad que iba a hacer algo de la escuela.

En la casa de la compañera, los que estaban presentes testificaron que Carlos parecía drogado y que trató a María Guadalupe agresivamente.

Siguieron discutiendo de vuelta a casa.

La declaraciónde María Guadalupe es escalofriante.

"Me gritaba, me empezó a golpear, me daba coscorrones en la cabeza", dice.

Le pidió que la dejara salir, pero él no la dejó.

"Me dijo que me iba a cortar la vagina para que no le gustara a nadie, para que yo no pudiera estar con nadie. Yo estaba de rodillas en el piso, le agarraba el pantalón y le decía que por favor me dejara ir".

Después, dice que le dio una bofetada muy fuerte que la tiró al piso. "Dijo que iba a ir a cerrar las puertas porque me iba a matar".

Carlos fue a cerrar las puertas y según Mary dejó el arma en una repisa, lo que le dio la oportunidad de tomarla. "Mi intención era aventarla par que no estuviera cerca de él, para correr hacia fuera".

Pero al ver su intención, Carlos también corrió hacia la pistola y llegó primero.

"Me dijo que ya había valido verga. Se me vino encima. Yo lo empujaba, yo lo empujaba".

Le decía que la iba a matar. Se escuchó un primer disparo y se quedó helada.

"Se escuchó un segundo disparo y escucho que se queja él. Nos separamos tantito y él se cae al piso y yo ya lo veo que tenía un puntito rojo aquí (en el abdomen)".

Mary llamó a los servicios de emergencia para que atendieran a Carlos. Ella fue detenida en el lugar de los hechos. Los magistrados determinaron que se violaron sus derechos al no haber sido considerada como víctima en una primer instancia.

La ONG Red Mesa de Mujeres considera que es importante que la sentencia reconozca la inocencia de Mary "porque esto ayudará a que se debe legislar con perspectiva de género, es decir, reconocer todo el contexto de desigualdad en que Mary vivía solo por ser mujer", dice Cortés.

Este caso ha sido tomado como ejemplo para las organizaciones de mujeres para dar a conocer un ángulo poco conocido de la discriminación de las mujeres en México al acceso a la justicia.

Caso Yakiri

El caso de Yakiri Rubio en 2013 es el otro caso emblemático en donde se reconoció el derecho de la legítima defensa de una mujer en México.

Dos hombres la secuestraron, la violaron e intentaron matarla con una navaja. En el forcejeo la joven, de 20 años,se la encajó en la yugular a uno de ellos.

Yakiri salió a la calle ensangrentada y medio desnuda pidiendo auxilio. Pero, fue acusada de homicidio.

Después de año y medio fue absuelta, pues se reconoció que fue en defensa propia.

La abogada feminista, Edith López, que fue parte de la defensa de Yakiri, dice que "en ese caso la procuraduría la presentó en un primer momento como una criminal. Le compró la historia a uno de los agresores que la señaló como presunta homicida".

Dice que el machismo, que persiste en la sociedad, se traslada también al sistema de justicia. Que a los hombres se les cree más que a las mujeres, que son tomadas como mentirosas.

"En el imaginario sociallas mujeres no se defienden y cuando se defienden hay que analizarlo con atención porque podrían estar actuando con maldad".

En México no existen datos sobre el número de mujeres encarceladas acusadas de homicidio por defender su vida cuando se encontraban en situaciones de violencia extrema.

Sin embargo las organizaciones de mujeres apuntan a que debería ponerse atención en estos casos, ya que podrían representar un número importante.

"Soy muy afortunada de estar aquí", dijo Mary tras ser liberada. Asegura que en la cárcel de donde salió hay otros casos con el de ella, pero que tienen una buena defensa.

La familia, no ha podido volver a su casa. "Por seguridad" está en un refugio fuera de Ciudad Juárez.

"Lo más difícil fue no estar con mis hijas, que se quedaron sin mí, sin su padre. Ahora voy a dedicarles mi tiempo", aseguró frente a los medios.

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