El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, se reunió el miércoles con padres y familiares de las víctimas de la tragedia de Ayotzinapa, ocurrida hace cuatro años.

Durante el encuentro, el líder se comprometió a esclarecer las circunstancias que rodearon la desaparición de 43 estudiantes en el sur del país, a través de la creación de una Comisión de la Verdad.

El encuentro se realizó a puerta cerrada, por casi dos horas, en el Museo Memoria y Tolerancia.

"Vamos a conocer lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables", prometió después López Obrador.

"Mi compromiso es no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo", agregó.

La creación de una Comisión de la Verdad es una vieja demanda de los familiares de los 43 de Ayotzinapa y fue ordenada en junio por un tribunal mexicano.

Y de acuerdo con el mandatario electo, si para cuando asuma el poder, el 1 de diciembre, no se ha instalado la comisión, la instalará vía decreto.

Al encuentro con López Obrador los familiares de los jóvenes desaparecidos llevaron al encuentro carteles que decían: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos".

En la noche del 26 de septiembre

Los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecieron en la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 de 2014.

Los 43 formaban parte de un grupo más grande de estudiantes de una escuela de formación docente en Ayotzinapa que viajaban a la ciudad cercana de Iguala para protestar contra lo que consideraban prácticas de contratación discriminatorias para los docentes.

Mientras viajaban de Iguala a Ayotzinapa, fueron confrontados por la policía municipal, que abrió fuego contra los autobuses en los que viajaban.

Los oficiales sostuvieron que lo hicieron porque los autobuses habían sido secuestrados, mientras que los estudiantes sobrevivientes dijeron que los conductores habían acordado llevarlos de rehenes ante los narcos.

Según la versión de las autoridades, policías corruptos los que arrestaron a los jóvenes y los entregaron al cartel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron en un vertedero.

Pero esa hipótesis es rechazada por los padres de los jóvenes y por organismos internacionales.

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