Un banco declarado en quiebra, el gobernador del Banco Central detenido, acusaciones de lavado de dinero y supuestos vínculos de corrupción con Corea del Norte y Rusia.

Esa fue la pesadilla que cayó sobre Letonia luego que Estados Unidos dirigiera toda su artillería contra el sistema bancario de ese país.

En las últimas dos semanas, Letonia -la pequeña, pero estratégicamente importante ex república soviética- ha sido el escenario de una saga que incluye tantos personajes como acusaciones, y que enfrenta los intereses de Washington, Moscú y Pyongyang.

El escándalo público comenzó cuando el Departamento del Tesoro estadounidense acusó al banco letón ABLV de lavar dinero.

Al poco tiempo, el Banco Central Europeo congeló los pagos a ABLV para evitar que se produjera una "salida masiva de fondos". Bloqueado y sin más opciones de sobrevivencia, finalmente la entidad se declaró en bancarrota.

En un caso separado, la Agencia Anticorrupción de Letonia detuvo por supuestos sobornos al gobernador del Banco Central, Ilmars Rimsevics, quien negó los cargos y dijo que temía por su vida.

Y como si fuera poco, el ministro de defensa de Letonia denunció que había en curso una "campaña de desinformación" orquestada desde el extranjero.

Rusia y Corea del Norte han permanecido en silencio, mientras crecen las dudas sobre la posible caída de otros bancos letones.

Estas son algunas de las claves que pueden ayudar a entender cómo se está desarrollando esta trama político-financiera.


Primera clave

La acusación de Estados Unidos

La Red de Delitos Financieros de los Estados Unidos (FinCEN), que depende del Departamento del Tesoro, acusó al tercer banco privado más importante de Letonia, ABLV, de haber "institucionalizado el lavado de dinero" como pilar de sus prácticas comerciales.

En el mismo documento, el gobierno dijo que "las prácticas deficientes en los bancos fomentan una amplia gama de conductas ilícitas, incluida la actividad vinculada con el programa de armas de Corea del Norte y la corrupción relacionada con Rusia y Ucrania".

"FinCEN se compromete a proteger el sistema financiero de Estados Unidos de este tipo de riesgos", agrega.

Ahí comenzó la avalancha. Washington bloqueó a la entidad financiera y lo mismo hizo el Banco Central Europeo al declararlo "inviable". La declaración de quiebra fue el paso siguiente y de esa manera ABLV quedó sepultado.

Por la opacidad con que realizaba sus transacciones, es prácticamente imposible trazar el origen preciso de los fondos que el banco manejaba, una práctica extendida en Letonia, cuyo sistema financiero ha sido largamente cuestionado.

"En Letonia, hay una cultura bancaria basada basada en la idea de atender a clientes no-residentes de oriente y occidente. Esta idea estaba basada en el eslogan'Estamos más cerca que Suiza'", dice Aldis Austers, investigador del Instituto de Asuntos Internacionales de Letonia, en conversación con BBC Mundo.

"La cantidad de transacciones con dinero ilegal a través de estos bancos ha llegado a una escala cósmica".

Letonia, una de las tres naciones bálticas que obtuvo su independencia luego del colapso de la Unión Soviética en 1991, tiene una larga historia de acusaciones sobre su presunto rol como "paraíso" para el lavado de dinero ruso, según las autoridades estadounidenses y europeas.

En Letonia niegan las acusaciones y denuncian ser víctimas de una campaña internacional en su contra.


Segunda clave

¿Gobernador corrupto o víctima de un complot?

Mientras iba desarrollándose la caída del banco ABLV, otro escándalo golpeó al país báltico: la agencia anticorrupción del país detuvo al gobernador del Banco Central de Letonia, Ilmars Rimsevics, miembro además de Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo.

La máxima autoridad monetaria del país, acusado de exigir sobornos a los bancos locales, fue interrogado por agentes letones de la Oficina para la Prevención y la Lucha contra la Corrupción (KNAB) y posteriormente dejado en libertad tras el pago de una fianza.

Apenas tuvo la ocasión, Rimsevics defendió su inocencia. Negó tajantemente haber reclamado sobornos y culpó a varios bancos letones de intentar sacarlo de su puesto.

"Me he convertido en el objetivo de bancos que quieren destruir la reputación de Letonia", dijo el gobernador.

Según su versión, las entidades financieras lo culpan de recibir sobornos por haber impulsado investigaciones de la agencia anticorrupción contra ellas. Y el objetivo encubierto es básicamente provocar su caída para reemplazarlo por otro banquero más complaciente.

"He recibido amenazas de muerte y he informado de ellas a las fuerzas de seguridad", dijo Rimsevics, quien, en medio del escándalo, fue suspendido de sus funciones.

Algunos analistas han dicho que los dos casos (del banco y del gobernador letón) ponen sobre la mesa la pregunta sobre si las ex repúblicas soviéticas deberían ser miembros de la zona euro.

"El doble escándalo va a dañar la reputación de las instituciones reguladoras del país y de su sector financiero", comenta Otilia Dhand, vicepresidenta de la consultora de análisis de inteligencia Teneo Intelligence.

Esta situación, "probablemente hará que los bancos que trabajan con personas no residentes busquen adoptar modelos de negocio más convencionales".


Tercera clave

La presunta "operación para desinformar"

Aunque el primer ministro de Letonia, Maris Kucinskis, defendió el rol de la agencia anticorrupción en la detención del gobernador, otros miembros del Ejecutivo se han ido sumando a las teorías conspirativas que rodean el caso.

El ministerio de Defensa, Raimonds Bergmanis, declaró en un documento público que las acusaciones contra Rimsevics serían una operación foránea.

"Hay una alta probabilidad de que se esté llevando a cabo una operación masiva de información desde el extranjero, que es idéntica -en su estructura y ejecución- a las operaciones comunicacionales que fueron observadas en Francia, Alemania y Estados Unidos, antes de las elecciones".

La declaración cita como ejemplo de esta presunta operación para desinformar, una serie de noticias publicadas en distintos portales de internet que habitualmente no generan información del ámbito económico o nunca antes han publicado sobre Letonia en sus portales.

"Este método permite multiplicar la noticia en poco tiempo y garantiza visibilidad en los motores de búsqueda".

Las elecciones en Letonia están previstas para octubre.

"Creo que todo esto está más relacionado con seguridad nacional, más que con seguridad bancaria", le dice a BBC Mundo Anders Aslund, miembro del centro de análisis Atlantic Council, con sede en Washington.

"No está claro quién es el verdadero actor detrás de esto". agrega.

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