Del distanciamiento social a la aglomeración de personas en las calles.

En pocos días, Estados Unidos pasó de protagonizar los titulares como el país con más muertos por covid-19, al alcanzar los 100.000, a ser noticia por las protestas en decenas de ciudades por la muerte del afroestadounidense George Floyd en custodia policial en Minneapolis, Minnesota.

La indignación por la muerte de Floyd llevó a miles de personas a salir a las calles a protestar, en muchos casos de manera pacífica.

Pero en otros, los manifestantes se enfrentaron con la policía, provocando incendios, destrozos y saqueos, lo que llevó a activar la Guardia Nacional en varios estados e implementar medidas de toque de queda.

Todas estas protestas se dan en medio de la pandemia del nuevo coronavirus que sigue vigente y en la que una de las recomendaciones principales para evitar el contagio es el distanciamiento social.

El mismo gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo que espera un fuerte aumento en los casos de covid-19 en su estado.

"Estoy profundamente preocupado por la superpropagación", aseguró Walz en una conferencia de prensa el sábado. "Vamos a ver un repunte de covid-19. Es inevitable".

Superpropagación

Si bien las manifestaciones se producen al aire libre, lo que podría frenar la transmisión del virus, y muchos de los manifestantes usan máscaras, los riesgos de contagio son claros.

"Existe una clara posibilidad de que estas marchas y protestas contribuyan a la propagación", asegura Joel Wertheim, profesor asistente de Medicina de la Universidad de California, San Diego (EE.UU.).

"Cada vez que grandes grupos de personas se reúnen en medio de una epidemia o pandemia, existe el riesgo de superpropagación en los que una persona contagiosa puede infectar decenas de otras personas a la vez", dice el especialista a BBC Mundo.

Esta superpropagación "puede conducir a cadenas secundarias de transmisión, es decir, que las personas se infectan en una protesta y posteriormente causan transmisión adicional con contactos fuera de las protestas", explica Angela Rasmussen, viróloga de Columbia Mailman School of Public Health, la escuela de posgrado en salud pública de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Además de la proximidad de las personas en las manifestaciones, los gritos que pueden provocar gotas de saliva, y algunas prácticas policiales, como el uso de gases lacrimógenos y gas pimienta, que causan que las personas lloren y tosan, también pueden acelerar la transmisión.

"La investigación es clara al respecto de que cualquier actividad que produzca gotitas y los aerosoles pueden conducir a la propagación del Sars-CoV-2. Es probable que el uso de gas lacrimógeno conduzca a la transmisión viral", sostiene Wertheim.

Para la doctora Rasmussen, sin embargo, aún hay mucho que se desconoce sobre la transmisión del virus y cómo estas protestas podrían expandirlo.

"No se sabe definitivamente cómo la transmisión se ve afectada por los gritos y los gases lacrimógenos, o cómo las máscaras podrían influir en estos riesgos", asegura a BBC Mundo en un correo electrónico.

"A pesar de la gran cobertura de los medios sobre los riesgos de transmisión, se sabe muy poco sobre cómo cuantificar estos riesgos, por lo que es difícil evaluar el impacto que estas protestas tendrán en la cantidad de casos de covid-19", analiza.

"Gran parte de eso dependerá de las comunidades donde las protestas están ocurriendo, otras medidas tomadas para reducir la transmisión comunitaria (como la rigurosidad de las medidas de reapertura) y el comportamiento de las personas en las protestas", advierte.

A 1 de junio, Estados Unidos lleva contabilizados más de 1,7 millones de casos confirmados de covid-19 y 104.700 muertes, según datos de la universidad Johns Hopkins.

Consejos

Al igual que el gobernador de Minnesota, muchas otras autoridades estatales y locales emitieron durante estos días de protestas sus preocupaciones en torno a la posible propagación del virus.

Incluso algunos organismos oficiales publicaron consejos para que los manifestantes puedan protestar y evitar el riesgo de contagio.

Es el caso del Departamento de Salud de Nueva York, que en Twitter recomendó a quienes planeen participar de una marcha que usen un protector para la cara, alcohol en gel y apliquen el distanciamiento con otros grupos, entre otros consejos.

Asimismo, la viróloga Rasmussen dice que suele desaconsejar la participación en cualquier tipo de reunión masiva, "pero las disparidades que afectan desproporcionadamente a los estadounidenses negros se han vuelto insoportables".

Así que "animo a los manifestantes a que tomen todas las precauciones posibles para participar de manera segura: usar máscaras y protección para los ojos, estar atentos al distanciamiento físico, usar (elementos para hacer) ruido en lugar de gritar y llevar desinfectante para manos a base de alcohol".

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