Orenthal James (O.J.) Simpson, la exestrella de la Liga de Fútbol Americano (NFL) y actor fue exonerado de forma anticipada de su libertad condicional en Nevada (EE.UU.) y ahora es un hombre completamente libre.

Estaba previsto que la libertad condicional de Simpson finalizara el 9 de febrero, pero la Junta de Libertad Condicional de Nevada le concedió créditos por buena conducta.

"El señor Simpson es un hombre completamente libre ahora", señaló a la prensa Malcolm LaVergne, abogado de Simpson en Las Vegas.

LaVergne se negó a hablar sobre los planes futuros de Simpson o a decir si permanecerá en Nevada.

La exestrella deportiva y actor ha estado viviendo en un barrio privado en Las Vegas desde que saliera de la cárcel en régimen de libertad condicional en 2017, tras cumplir nueve años de prisión.

Simpson fue condenado en 2008 por un jurado en Las Vegas por robo a mano armada y secuestro.

En 2007 lideró a otros cinco hombres, dos de ellos armados, en el allanamiento de un hotel casino en Las Vegas. El grupo mantuvo retenidas por la fuerza en una habitación a dos personas dedicadas al comercio de piezas de colección deportivas.

La exestrella insistió en que esos artículos eran recuerdos personales y le pertenecían.

En 1994, Simpson fue detenido tras una espectacular persecución policial, acusado de haber matado a su exesposa, Nicole Brown, y a Ronald Goldman, un amigo de esta.

Más de 90 millones de personas en Estados Unidos pudieron ver en directo a través de la televisión cómo la policía perseguía por una autopista interestatal de Los Ángeles al auto de Simpson.

Las principales cadenas de televisión interrumpieron sus programaciones para retransmitir las imágenes de la fuga que estaba siendo grabada desde varios helicópteros.

Simpson, quien siempre sostuvo que era inocente, fue absuelto ese mismo año de las acusaciones de asesinato, en un juicio que fue cubierto por más de 2.000 periodistas de todo el mundo.

Nicole Brown y Ronald Goldman fueron asesinados en junio de 1994, mientras en el interior de la vivienda dormían los dos hijos de 9 y 6 años de Brown y Simpson, quienes se habían divorciado en 1992.

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